Si hay alguien fortalecido en torno a Enrique Peña Nieto, ese es sin pensarlo Luis Videgaray Caso, el hombre más cercano al virtual ganador de la elección presidencial, y quien se ha afianzado al interior de su grupo. Ayer logró incrustar dos piezas claves como “operadores” con la sociedad civil. Se trata de Aurelio Nuño y Fernando Galindo, quienes son del grupo político de Videgaray y tienen ya un pie en el equipo de transición del abanderado presidencial priísta.
El ex secretario de Finanzas amplía su indispensabilidad para Enrique Peña. Nuño se desempeñó como coordinador de difusión del priísta, y desde ayer asumió los trabajos de la Reforma Política. Mientras que en el caso de Galindo, ex secretario técnico de la comisión legislativa de Presupuesto, ahora se encargará de la mesa sobre Empleo Digno. La apuesta de Videgaray parece asumir desde ahora tareas de temáticas diversas, en lo que un futuro podría traducirse como jefe del gabinete.
Otro dato que debe destacar en el escenario, es la reaparición pública de Pedro Aspe Armella –tutor político de Videgaray- quien dio una conferencia en el IAPEM. La resurrección política de Aspe es causal, pero no casual en la víspera de las definiciones políticas. Muchos vaticinan que Aspe podrá colarse al gabinete peñista. Algunas voces lo avizoran como titular de Hacienda y otros más como director general de Pemex. Ya sea para impulsar la reforma fiscal o la energética.
El tema económico, rubro dominado por Videgaray, parece una prioridad en la agenda política del PRI y de Enrique Peña Nieto. No es gratuita la presencia de Agustín Carstens en la reunión plenaria senatorial de los priístas. La coyuntura, las fichas y la condición le favorece al ex coordinador de la campaña de Peña. Se ha vuelto en la sombra y principal consejero del peñismo. En la proximidad de las definiciones, Luis ha mostrado una y otra vez el músculo.
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Mientras la Secretaría de Seguridad Ciudadana avanza en su exposición mediática, poco se conoce del desarrollo de los exámenes de control de confianza de sus poco más de 13 mil elementos. La certificación de los cuerpos policíacos deberá concluirse en diciembre del presente año. La mayor preocupación para el gobierno federal es que los mandos medios y superiores no se han certificado ante las autoridades federales. La buena noticia es el cambio de estafeta en la federación.
Otro asunto que ha quedado sin resolver, es la investigación sobre Rogelio Cortés Cruz, evidenciado dando clases de “mordida” a los agentes de tránsito. El famoso “Cronos” fue expuesto ante la opinión pública, y aunque se emprendió una indagatoria en relación a la conducta del mando policíaco, Cronos sigue sin ver pasar el tiempo, y parece ya inventariado en la Policía Estatal, aunque cambie de nombre de Dirección, a ASE y ahora Secretaría de Seguridad.