Redacción
Toluca, Edomex. 19 de septiembre de 2014.- A dos semanas de que fue presentado el proyecto aeroportuario de Texcoco, este jueves el Congreso del Estado de México aprobó fast track, una iniciativa enviada por el gobernador Eruviel Ávila para desafectar y donar unos terrenos en el exvaso del Lago de Texcoco, que servirán como zona de mitigación de la megaobra que implica la nueva terminal aérea.
Los diputados locales aceptaron que la iniciativa fuera aprobada sin análisis y estudio previo como ocurre con la inmensa mayoría de los asuntos que se tratan en el Congreso, y avalaron que se discutiera en la misma sesión en la que conoció el documento.
Sólo bastaron doce minutos para que, por unanimidad, todos los grupos parlamentarios aprobaran la iniciativa por la que autorizan al gobernador a desafectar y donar 945 hectáreas de dos polígonos de la zona del exvaso del Lago de Texcoco, ubicados en el territorio del municipio de Chimalhuacán.
En esta ocasión, los legisladores del PT y de Movimiento Ciudadano –quienes expresaron más inquietudes cuando funcionarios del gobierno federal les presentaron el proyecto aeroportuario– no hicieron comentario alguno sobre la urgencia de desafectar los predios y donarlos al gobierno federal.
El único que pidió la palabra fue el PRD para pedir que el proyecto aeroportuario se desarrolle bajo los estándares técnicos y de calidad comprometidos, con transparencia, pero sobre todo respetando el derecho de los ciudadanos de la región.
La iniciativa enviada al Congreso por Eruviel Ávila indica que estas 945 hectáreas corresponden a dos polígonos A y 1B, del exvaso del Lago de Texcoco, conocidos como “El Moño” y “los Tlateles”.
Los dos predios formaban parte de una vasta extensión de tierra que en 1982 el gobierno federal donó al gobierno mexiquense para una reserva ecológica.
En 2001, mil hectáreas de las 14 que fueron entregadas al gobierno estatal se convertieron en un área Natural Protegida, bajo la categoría de Parque estatal. Esta parte se llamó “Ing. Gerardo Cruickshank García”, uno de los personajes que más han estudiado la zona del exlago de Texcoco.
Apenas el pasado 12 de septiembre –nueve días después de que fue presentado el proyecto y de que el presidente Enrique Peña comprometiera el apoyo al gobernador Eruviel Ávila para la donación de terrenos que hicieran posible la nueva terminal aérea–, el mandatario mexiquense firmó un decreto por el que deroga otro del 4 de junio del 2001, cuando se le denominó área natural protegida.
Hoy, esa superficie de 945 hectáreas fue desafectada para poder donarla al gobierno federal y la Comisión Nacional del Agua pueda conformar una zona de mitigación de lo que será el nuevo aeropuerto.