Redacción
En menos de 60 días, suman cuatro municipios los que se han manifestado en contra de la violencia que prevalece en el Estado de México. Ayer tocó el turno a pobladores del municipio de Tlalmanalco, quienes fueron convocados por la parroquia de San Luis Obispo de Tolosa, para marchar por la paz de la localidad.
Apenas el 22 de agosto pasado, en el rancho conocido como La Mesa, fueron hallados 13 cuerpos en una fosa clandestina relacionados con el mismo número de desaparecidos del bar Heaven del Distrito Federal, lo que encendió la alerta entre la ciudadanía para evitar que el clima de violencia se vuelva un asunto permanente en la región.
Con motivo de la misa dominical, la parroquia de San Luis Obispo de Tolosa organizó además una homilía cercana al rancho donde fueron localizados los cadáveres de los jóvenes. El llamado fue a reencontrar la paz, para que ésta prevalezca entre los hogares, los jóvenes y niños de Tlalmanalco, que conmocionó a raíz del hallazgo de la escena del crimen el mes pasado.
Las personas que salieron a la marcha, vestían de blanco y portaban globos de color azul y blanco. Durante su recorrido cantaron temas alusivos para restablecer la tranquilidad en la zona, donde también denunciaron que se ha incrementado la incidencia delictiva, principalmente de robos.
Anteriormente, en el municipio de Ecatepec, convocados por organizaciones políticas, habitantes salieron a las calles para exigir acciones inmediatas a las autoridades municipales que permitan hacer frente al clima de violencia que padece la tierra natal de Eruviel Ávila, sumida en problemas de asaltos y homicidios en las zonas de mayor marginación.
En Neza, también convocados por la diócesis católica del municipio, pobladores marcharon hace algunas semanas para convocar a una jornada a favor de la Paz, y establecer medidas por parte de las autoridades locales, para que se inhiba la presencia delictiva en la región oriente del estado.
También en Lerma, decenas de habitantes salieron a las calles en días pasados, como consecuencia de la desaparición de mujeres jóvenes en el municipio, lo que generó una alerta ciudadana ante la inoperancia de las autoridades policíacas frente a la incidencia delictiva.
Ahora, fue en Tlalmanalco, donde los pobladores volvieron a evidenciar que la violencia es un asunto de preocupación en crecimiento, y la exigencia es que cese la actividad delictiva en la entidad.