Tanta es la desconfianza en la Procuraduría General de Justicia del Estado de México que la dejaron a un lado de las indagatorias por la fosa clandestina encontrada en Tlalmanalco. A pesar de que la escena del crimen es de su jurisdicción, la Procuraduría General de la República y del Distrito Federal determinaron atraer el caso para su esclarecimiento. La institución que encabeza Miguel Ángel Contreras Nieto se quedó como el chinito «nomás milando».
Son tantos los yerros de la procuraduría mexiquense, que ni sus homólogas confían en sus procedimientos. Ahí se apilan escándalos como Paulete que no pudo ser encontrada en la piesera de su cama. La fuga del violador “El Coqueto” de las instalaciones de la Subprocuraduría en Tlalnepantla. Y más recientemente, la incapacidad de encontrar a un menor, que se reportó desaparecido durante seis meses, y estaba en la morgue de la institución.
La tibieza con la que actuó la Procuraduría de Justicia Estatal es admirable. Bastó con soltar un escueto comunicado para expresar su “colaboración” con la indagatoria. Pero de inmediato los cuerpos fueron trasladados al Distrito Federal para su análisis. Debiera ser preocupante la omisión con que se maneja la institución mexiquense. Es la Iglesia en manos de Lútero, y así nada se puede hacer. Ni pensar en procurar justicia.
Por si fuera poco. El caso de Carlos Eduardo Martínez, secuestrado en febrero pasado, e identificado hasta el pasado domingo en la morgue, donde permaneció por seis meses, ya llegó a la Comisión de Derechos Humanos. Lo que menos podría hacer el Procurador es presentar su renunciar. Si bien eso no soluciona las cosas, podría llevar a una nueva dinámica a la institución para que recupere la credibilidad.
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Ha comenzado la cuenta regresiva. En un plazo de nueve días, Enrique Peña Nieto rendirá el primer informe de gobierno. Deberá medir su bono político frente a las reformas que prepara. Como agua se le ha ido al mexiquense los primeros nueve meses de su administración. Y poco a poco el desgaste del poder también será un factor de decisiones en su gobierno. También la luna de miel con sus opositores y medios de comunicación llega a su fin.
Lo que se pondrá bueno, y será de un análisis profundo, será la glosa de su informe. Ahí, panistas y perredistas tendrán oportunidad de romper en lo político, y asumir su postura opositora. Las condiciones económicas no pasan por su mejor momento, y las circunstancias de criminalidad no son mejores que las heredadas por Felipe Calderón. La rebatinga en el Poder Legislativo será un amplio frente de batalla para el mexiquense.