Redacción
En febrero pasado, los padres de Bárbara Reyes Muñoz, mejor conocida como “Barbie”, desaparecida en agosto del 2011 en Cuautitlán Izcalli pudieron identificar a su hija, tras casi dos años de búsqueda. La joven formaba parte de la larga lista de mujeres no reclamadas y no identificadas que van a parar a la fosa común.
La fotografía que le mostraron a Lourdes, la madre de la Barbie –por quien la Procuraduría ofrecía 300 mil pesos para dar con su paradero-, mostraba a una joven de casi 20 años, similar a su hija y que vestía tal y como Bárbara fue vista por última vez, en el centro comercial Mundo E, un pantalón de mezclilla y una playera verde.
Durante casi tres años, familiares y policías la rastrearon en calles y plazas sin éxito y ahora una de las mujeres más buscadas en la entidad resultó que estaba dentro de la Procuraduría, a la espera que algún familiar la reclamara, antes de enviarla a la fosa común
La noticia del hallazgo de Bárbara en la lista de mujeres enviadas a la fosa común, fue abrumadora para los padres, quienes solicitaron a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México que hubiera discreción con el asunto, sin embargo, alguien filtró la noticia de su hallazgo y desató el enojo del padre de la muchacha que ahora asegura que buscará que se castigue penalmente a los funcionarios y servidores públicos que no hicieron bien su trabajo.
El error de la procuraduría fue que nunca buscó al interior de la dependencia para ver si entre las decenas de mujeres muertas que no son reclamadas, se encontraba la Barbie.
Este lunes, Alejandro Reyes, padre de la joven, anunció que procederá legalmente contra la dependencia a efecto de que se castigue a los responsables de no haber tomado en serio su trabajo y encontrado a la Barbie hace meses.
