Toluca, Edomex; 6 de mayo de 2020.- La Zona Metropolitana del Valle de México vive sus momentos más críticos del brote de contagios por COVID-19. El gobierno federal contempla que esta semana alcance su pico máximo de personas infectadas. Hasta días pasados, el gobierno estatal proyectaba que el mayor índice de pacientes confirmados se alcanzaría en la última semana de mayo. Al menos una decena de municipios mexiquenses ven una aceleración de pacientes, mientras el resguardo domiciliario no se respeta sólidamente.
Por ahora, las prioridades se concentran en dos aspectos: aplanar la curva de contagios diarios y evitar que los hospitales públicos se saturen. Hasta el momento ninguno de los objetivos se ha logrado. La cifra de enfermos crece de forma preocupante, y las camas hospitalarias comienzan a ser insuficientes. La zona oriente de Ecatepec, Neza, Chalco y Chimalhuacán, y que colinda con las alcaldías de Iztapalapa y Venustiano Carranza, se ha vuelto la de mayor alarma para ambas entidades.
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Ecatepec es el segundo municipio con mayor número de infectados en el Estado de México. La cifra ya rebasa los 540 casos. Ahí los hospitales públicos ya han registrado crispación social. Las autoridades federales, estatales y municipales tienen a los ecatepenses en alta vulnerabilidad. Sin embargo, ayer el alcalde Fernando Vilchis anunció que ya se tiene Internet gratuito en nueve plazas públicas del municipio. Si quieren conectarse tendrán que salir de casa. ¿Y entonces el aislamiento domiciliario y la sana distancia?
En paralelo, en medio de la emergencia sanitaria, cientos de familias ecatepenses mantienen una queja en común: la falta de agua potable, cuya dotación parece prioritaria como medida de higiene indispensable. Ecatepec tiene muchas carencias, heredadas por los priístas de los últimos trienios como Alfredo Torres, Eruviel Ávila e Indalecio Ríos. Pero el momento actual, con un morenista en la presidencia municipal, tampoco parece muy alentador. Por si fuera poco, actividades no esenciales se mantienen vigentes con la complacencia del ayuntamiento.
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Nadie duda de los esfuerzos que puede estar haciendo el sector salud mexiquense para hacer frente a la pandemia del COVID-19. Lo cierto es que, su comunicación cotidiana se ha vuelto rutinaria y esclarece muy poco sobre las acciones inmediatas y de mediano plazo por delante. Las mejores formas para informar que ha encontrado Gabriel O´Shea es cuando sale a dar entrevistas.
Dentro del gabinete estatal, hay otras dependencias omisas en tiempos de contingencia. Frente a la crisis económica que se ha comenzado a resentir, hace falta conocer el avance en la entrega de programas sociales para las familias más pobres y marginadas de la entidad. Y hasta ahora, nadie se ha manifestado sobre el seguro de desempleo que se vuelve necesario y urgente para quienes han perdido o perderán en próximos meses su fuente de trabajo. Dudas hay muchas, respuestas muy pocas.
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