Toluca, Edomex. 02 de junio de 2017.- En el priísmo mexiquense el enemigo está en casa. Desde adentro le hacen el juego sucio a Alfredo del Mazo. La estrategia de promoción y movilización del voto está en poder de López Obrador, y eso sólo se explica bajo dos preceptos: deslealtad y traición. En las últimas semanas, el excandidato presidencial ha exhibido en sus redes sociales, las estrategias puestas en operación por el Gobierno de la República y el PRI del Estado de México para incidir en los comicios del domingo. Imperdonable.

En la primera trama, el vocero presidencial Eduardo Sánchez desmintió el contenido de las estratagemas planteadas desde Los Pinos para favorecer a Del Mazo. Aceptar esa información, implicaría reconocer una elección de Estado. Lo cierto es que Andrés Manuel vulneró la confidencialidad del gobierno peñista, muestra inequívoca de que el régimen está agotado. Desde Los Pinos, alguien le está haciendo la tarea a López Obrador para develar las triquiñuelas que buscan incidir a favor del Grupo Atlacomulco.

En la segunda historia, Andrés Manuel desnudó la estrategia priísta de movilización para el próximo domingo. La estrategia de activismo electoral diseñada en la oficina del diputado Erick Sevilla y avalada por Ernesto Nemer es ya de dominio público. Los enlaces territoriales y seccionales, movilizadores y movilizables. El itinerario de la jornada electoral y las acciones asignadas a la estructura priísta. La seguridad interna del partido y del candidato puesta en manos de sus opositores. Hay uno o varios Judas en el equipo delmacista. Nadie desmintió el contenido de esta segunda carpeta estratégica.

La respuesta del priísmo ha sido inmediata. Una llamada telefónica entre Andrés Manuel López Beltrán -hijo de López Obrador- y la secretaria general de Morena, Yeidckol Polevnsky, en la que acuerdan la contratación de una empresa para justificar acciones de financiamiento a las campañas morenistas. La difusión de la llamada telefónica es difusa, ambigua pero buscan hacerla pasar como ilegal. Es la continuación de la trama de Eva Cadena, en voz del primogénito de Andrés Manuel, en un último intento por descarrilar a Delfina Gómez.

La elección es el próximo domingo. Los partidos y los candidatos ya tienen sus estrategias para movilizar a sus votantes. Los cálculos de expertos y consultores electorales advierten que durante la jornada electoral se gasta el 50 por ciento del gasto de una campaña. Millones y millones de pesos para que apenas unos cinco millones de votantes -de un padrón que rebasa los once millones de electores- decidan el futuro de 17 millones de mexiquenses.

Las proyecciones más alentadoras, estiman que el vencedor de la contienda apenas alcanzará un millón 500 mil votos, lo que representa la mitad de los sufragios que obtuvo el priísta Eruviel Ávila hace seis años. De confirmarse esa suma de electores, la cifra es menor incluso al millón 800 mil votantes que alcanzó Enrique Peña Nieto cuando fue electo gobernador hace doce años.

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