Toluca, Edomex. 20 de octubre de 2014.- Una honda preocupación debe representar que la policía municipal de Ixtapan de la Sal -el sitio de descanso predilecto del presidente Enrique Peña-, haya sido desarmada por sus probables vínculos con el crimen organizado, particularmente con el grupo de los Guerreros Unidos. La presencia del narco en Ixtapan de la Sal no es nueva, basta recordar el asesinato del presidente municipal, Salvador Vergara, ocurrida en octubre de 2008, por un comando de sicarios que lo acribillaron.
Ignacio Ávila, alcalde de Ixtapan de la Sal, se quejó del desarme dispuesto por el Ejército Mexicano a la policía municipal. El edil perredista dijo que nunca le avisaron. El asunto parece lógico, en tanto que se trató de una operación que involucró a 12 municipios de Guerrero y a uno del Estado de México. Ávila descartó que ande escondido, y este lunes –aseguró- acudirá al Palacio Municipal como ocurre en la cotidianidad de sus acciones.
La sospecha de vínculos entre la policía municipal con el crimen organizado, no es una acusación menor, sobre todo si el alcalde desconocía tal circunstancia, que manifiesta incompetencia o negligencia, o bien, si sabía de esas redes criminales, por omisión y complacencia. La investigación de autoridades federales, apunta a una misma organización delictiva, con un partido político como denominador común, y en una ruta geográfica que pudiera tener implicaciones políticas y personales en la víspera electoral.
Cierto es que las fuerzas castrenses han desgastado su prestigio institucional. La matanza en Tlatlaya mostró la falta de protocolos, y hasta la fecha, ha dejado pendiente la falta de explicaciones, y de respuestas. La crisis pega hondo entre los militares, las policías preventivas, y las consecuencias las padece la sociedad.
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Tania Hurtado, la quinta regidora de Toluca se ha separado del cargo edilicio en el Ayuntamiento, para dedicarse de tiempo completo a la presidencia del comité del PRI municipal. La priísta, cercana al diputado federal Miguel Sámano, será la operadora electoral del tricolor en la capital mexiquense, aunque tampoco se descarta que se convierta en candidata a diputada local. Ha tejido fino, y las circunstancias parecen favorables a su causa.
La desbandada de funcionarios estatales y municipales, algunos diputados federales y locales, y otros tantos alcaldes, se pronunciará severamente a partir de enero, para enrolarse en las tareas electorales. El vacío de poder en los ayuntamientos será por demás crítica, en tanto que deberán nombrar alcaldes sustitutos durante todo un año, hasta que las nuevas autoridades toman posesión del cargo.
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