Los toluqueños se encuentran desquiciados cuando faltan poco más de 24 horas para la Cumbre de Líderes de América del Norte. En el extremo de medidas restrictivas, a la ya de por sí ciudad en estado de sitio, ayer se sumó el bloqueo de la señal de la telefonía celular por gran periodo de la tarde en la capital mexiquense. Los toluqueños quedaron incomunicados, independientemente de la línea de telefonía, sin poder hacer ni recibir llamadas.
El caos está en todos lados y a todas horas. Transitar por el centro de la ciudad se ha vuelto imposible, al menos hasta el próximo jueves, una vez que transcurra la visita de Barack Obama. La necesidad de generar rutas alternas al transporte público también genera malestar, tránsito donde no lo había y cambiará durante una semana la vida rutinaria de los toluqueños. La justificante es que la Cumbre sea exitosa para las autoridades locales.
Para quienes viajan diario al Distrito Federal, a partir de este martes y hasta el próximo jueves, la carretera México – Toluca con dirección a la capital del país será un suplicio derivado de la peregrinación a la Basílica de Guadalupe. Los creyentes obstruyen un carril, el tránsito se vuelve pesado, y el trayecto no se hará en un tiempo menor a las dos horas, por lo que se recomienda tomar precauciones. A su paso, siguen los ciclistas de la misma congregación.
Para tomar en cuenta. Las autoridades de turismo están complacientes pues la Cumbre ha traído una ocupación hotelera al tope. Prensa internacional y cuerpos de seguridad que se hospedan en Toluca han contribuido a la cifra alegre. Pero qué hay de los negocios que permanecerán cerrados, o de las líneas de transporte que no sólo han alterado sus rutas sino que no tendrán pasaje por suspensión de labores tanto de gobierno como de escuelas. Ahí el gobierno ha sido omiso o negligente. Ven sólo el vaso medio lleno.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) emprendió la marcha desde la Marquesa hacia Toluca, pero no llegó a la capital mexiquense. El magisterio disidente padeció de profunda desorganización. A la protesta no asistieron los contingentes de Oaxaca y Michoacán que habían comprometido el apoyo, así que sólo marcharon maestros de la sección 36 del Valle de México.
El contingente llegó hasta las inmediaciones de Lerma. Unos apostaban por movilizarse a pie, de La Marquesa a Toluca, otros insistieron en trasladarse en autos. Hubo encono al interior de la marcha lo que terminó por desistir a los profesores de llegar a la capital mexiquense, con la promesa de ser recibidos por Efrén Rojas Dávila, secretario general de gobierno, pero lejos de Toluca, cuando está por desarrollarse la famosa Cumbre de América del Norte.