Redacción
Los diputados Ignacio Pichardo Lechuga (PRI) y José Alberto Couttolenc Güemez (Verde Ecologista), argumentaron que la recategorización del Nevado de Toluca como área natural protegida es un avance hacia la regulación y planeación del desarrollo, toda vez que implica el establecimiento de una serie de mecanismos ya probados que permiten el aprovechamiento sustentable, el control y la regulación de los asentamientos humanos.
Pichardo Lechuga, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, destacó la iniciativa de Ley de Cambio Climático del Estado de México, formulada por el gobernador, Eruviel Ávila, toda vez que “se trata de una iniciativa muy completa”, que sistematiza las disposiciones dispersas en diversos ordenamientos legales en las materias ambiental, hídrica, de salubridad, educativa, fiscal, científica y tecnológica, de transporte y de protección civil, a fin de combatir este fenómeno.
Al reunirse con Ignacio Pichardo Pagaza –ex gobernador de la entidad y coordinador del Programa Especial Nevado de Toluca (ProesNevado)- y Organizaciones No Gubernamentales, en la que concordaron en que la nueva categoría permitirá establecer innovadores programas de conservación y restauración.
Sin embargo, consideraron que la falta de información ha generado “especulaciones erróneas”, sobre todo entre los ejidatarios y comuneros, por lo que sugirieron mayor difusión sobre las ventajas del decreto presidencial.
Pichardo Lechuga dijo que esta reunión se realizó con el objetivo de conocer las implicaciones del cambio de categoría de Parque Nacional a Área de Protección de Flora y Fauna del Nevado de Toluca, así como aclarar y escuchar las dudas e inquietudes de las Organizaciones No Gubernamentales.
Couttolenc Güemez, presidente de las Comisión de Protección Ambiental, reconoció que la nueva clasificación como área natural protegida salvaguarda la biodiversidad, los ecosistemas y las especies, además de que plantea esquemas de desarrollo que brindan oportunidades de sustento a las comunidades rurales.
En tanto, Cruz Roa Sánchez, secretario estatal del Medio Ambiente, explicó que en 1936 el presidente Lázaro Cárdenas por decreto presidencial lo denominó Parque Nacional, lo que implicó la restricción de actividades agrícolas, pecuarias y pesqueras, con el objetivo de reducir la explotación y el deterioro de la zona.
Sin embargo, la realidad actual, el crecimiento de la población, así como la actividad económica han provocado graves deterioros ambientales en prácticamente las 53 mil hectáreas que conforman el Nevado.
Pichardo Pagaza detalló que la decisión del cambio de categoría, establece la obligación de la Secretaría del Medio Ambiente para que en un año se evalúe el plan de manejo.