Redacción
Una de las principales acciones que permitirá la recategorización del Nevado de Toluca de un Parque Nacional a un Área de Protección de Flora y Fauna, será la reforestación y sustitución de árboles viejos que en su mayoría abundan en la cuarta montaña más alta del país, ya que sólo así se podrá controlar el equilibrio ecológico de la zona y garantizar que esta región siga siendo una de las principales fábricas de agua de la zona centro del país.
Autoridades ambientales federales y estatales aseguraron que lejos de lo que se ha dicho sobre el nuevo estatus del Nevado, ahora se podrán emprender acciones para detener el alarmante deterioro de la zona e iniciar su proceso de recuperación.
La anterior categoría que tenía el Nevado gracias al decreto de 1936 emitido por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, era sumamente restrictivo, ya que impedía prácticamente tocar los recursos de la montaña, lo que impedía incluso combatir las plagas y emprender acciones de reforestación en la zona.
De acuerdo con las autoridades ambientales, en las últimas décadas se ha perdido más del 60 por ciento de la zona forestal del Nevado de Toluca; 10 mil hectáreas de suelo, de las 54 mil que lo componen, presentan una erosión avanzada y ha disminuido en más del 60 por ciento su capacidad de recarga del acuífero, al grado que ya se reporta déficit de 200 millones de metros cúbicos de agua, de entre lo que se extrae y lo que se inyecta.
Luis Fueyo titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, dijo que el proceso para recategorizar el Nevado de Toluca cumplió escrupulosamente todos los pasos jurídicos que pide la ley, como lo es haber consultado especialistas, científicos y tomar el parecer de la gente, ya que a inicios de año se hizo una consulta pública donde participaron miles de ejidatarios que se han asentado en esta montaña.
Juan José Guerra Abud, titular de la Semarnat, fue enfático en aclarar que con la nueva categoría no se permitirán en el Nevado nuevas construcciones ni desarrollos habitacionales, aun cuando el nuevo decreto permite la construcción y mantenimiento de infraestructura pública y privada.
“No podemos perder de vista que en el Nevado tenemos núcleos de población (aproximadamente 10 mil 200 personas) y sólo a los ejidatarios de la zona se podrán autorizar algunas modificaciones a las construcciones, que no afectarán ni degradarán más el bosque” dijo el secretario.
Luis Fueyo de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, aseguró que lejos de desproteger el Nevado, con el nuevo estatus se le está dotando de elementos para hacerle frente a las condiciones actuales.
La propuesta, añadió, pretende recuperar el bosque, rejuvenecerlo, porque la mayor parte de los árboles existentes son viejos, que en lugar de generar oxígeno, producen carbono y es necesaria su sustitución.
También se busca frenar el proceso acelerado de pérdida de suelo y sustituir cultivos como los de papa, por otros productos. Incluso se les ha planteado a los ejidatarios la posibilidad de recuperar esas extensas áreas cultivables en masa forestal, que en un futuro podrán explotar y lo han visto con buenos ojos, explicó. En síntesis, los ejidatarios que viven en este sitio podrán hacer legalmente actividades productivas que no generen desequilibrio ecológico.
Las autoridades afirmaron que impulsarán y regularán la actividad acuícola en la zona que se hacía de manera desordenada y con contaminación de acuíferos, para que esto también sea un incentivo económico más para la gente que vive en la región.
A partir de la emisión de decreto que recategorizó el Nevado de Toluca, las autoridades ambientales tienen un año para emitir un programa del manejo de la zona –que nunca existió en su estatus de Parque Nacional—donde se fijará claramente qué se podrá hacer y que no se podrá realizar en las 54 mil hectáreas que componen el Nevado de Toluca.
Como este asunto se ha venido estudiando y trabajando por años, dijo Fueyo, ya se tiene un borrador y en unas semanas se someterá a consulta pública y con especialistas para presentarlo lo antes posible para su publicación. “No se está improvisando nada, hay años de estudio sobre esto, y se requerían tomar decisiones para recuperar este espacio y afortunadamente se están tomando”.
Los resultados de la recategorización, advirtieron las autoridades no se darán en el corto plazo, ya que de menos se requiere esperar 12 años para ver los primeros frutos, sostuvo Jorge Rescala de la Comisión Nacional Forestal.