Redacción

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México pudo confirmar, a través de una larga investigación de más de tres meses, que dos policías municipales de Los Reyes La Paz, torturaron a un par de adolescentes física y psicológicamente, al grado de obligar a una menor a sostener relaciones sexuales con ambos, con la amenaza de activar el arma de cargo en su contra.

Los hechos sucedieron en diciembre pasado y hasta hace unas semanas, la Procuraduría General de Justicia del estado, consignó el expediente a un juez de control de Nezahualcóyotl, no obstante no hay información oficial que confirme que los dos uniformados se encuentran detenidos y encarcelados a la espera de que inicie un proceso penal en su contra.

Con la confirmación de los lamentables acontecimientos, la Comisión de Derechos Humanos de la entidad, emitió este martes su octava recomendación por violaciones a las garantías individuales, ahora en contra del ayuntamiento de Los Reyes La Paz, a quien apercibió y exigió implementar un programa de capacitación para sus policías para que hechos como éste no vuelvan a ocurrir.

De acuerdo con el expediente que inició la comisión de derechos humanos, los policías municipales Federico Herrera de la Rosa e Iván Ortega Juárez sorprendieron a un par de adolescentes de 16 él, y 14 ella, en una zona de cuevas en el parque de la colonia Geovillas de San Isidro en Los Reyes La Paz.

Los uniformados atemorizaron a los jóvenes con llevarlos a la cárcel y ponerlos a disposición de un juez calificador por faltas a la moral. Como los adolescentes se  exaltaron porque no hacían nada malo, uno de los policías amagó al menor de 16 años y lo tomó del cuello para luego apretarle sus genitales.

El otro policía aprovechó para introducir a la niña de 14 años a una de las cuevas y ahí obligarla a desvestirse para luego abusar de ella.

El expediente relata que la joven fue golpeada, amagada con las armas de cargo de los policías y obligada a sostener relaciones sexuales con ambos. Incluso le dijeron que iban a culpar a su acompañante de violación.

Antes de retirarse, los efectivos de seguridad le pidieron al muchacho sus datos generales y lo amenazaron de muerte para que “no fuera ir de chismoso”, según se describe en la recomendación

Esta conducta de los policías, sostiene el organismo, no sólo implica una violación del ejercicio público, sino la vulneración de los derechos de los niños al no ser objeto de ninguna forma de violencia, así como a no ser sometidos a actos de tortura ni otros tratos ni penas crueles o degradantes.

Para la comisión, los dos policías actuaron de manera dolosa y su conducta produjo un sufrimiento físico, psicológico y moral para los menores afectados.

La comisión de derechos humanos pidió al ayuntamiento dar apoyo a las víctimas para que reciban tratamiento psicológico y reciban una atención integral ante las afectaciones sufridas por el abuso de los policías.