Redacción
Distrito Federal. 3 de septiembre de 2014.- El Gobierno de la República que encabeza Enrique Peña Nieto anunció la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México con una inversión superior a los 120 mil millones de pesos, en una extensión de 4 mil 500 hectáreas, estará instalado en terrenos contiguos a la actual terminal aérea, sin necesidad de expropiar tierras como ocurrió en el proyecto fallido de 2001, y con una capacidad de 50 millones de pasajeros.
En el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, los principales impulsores del proyecto, Gerardo Ruiz Esparza –secretario de comunicaciones y transportes-; junto con Manuel Angel Núñez Soto -director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México-, defendieron las bondades del próximo aeropuerto capitalino, que en su primera etapa y puesta en operación estaría listo para 2020.
De acuerdo al portal de Presidencia de la República, el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México actualmente presenta una saturación operativa y no cuenta con la capacidad para competir con la mejor infraestructura de otros aeropuertos del mundo, lo que le resta competitividad al país.
En el mismo sitio, se hace referencia a un estudio del Instituto Mexicano del Transporte, que estima que en el año 2015, el AICM podría tener filas hasta de 18 aviones en espera de despegues, lo cual implicaría retrasos de 20 minutos en promedio.
Sin dar mayores pormenores del proyecto, se establece que el Proyecto del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se ubicará en los terrenos contiguos al actual aeropuerto, por lo que es la opción más céntrica y accesible. Y añade que no será necesaria la expropiación de tierras, en tanto que el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se construirá en tierras propiedad del Gobierno de la República.
En el evento, Gerardo Ruiz Esparza, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes expuso que la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México dará empleo a 160 mil personas. «Por cada millón de pasajeros serán mil empleos directos y tres mil indirectos», subrayó.
Insistió en que el nuevo aeropuerto se construirá en terrenos propiedad del Gobierno Federal y con pleno respeto a los derechos de habitantes.
En tanto el antes defensor del proyecto aeroportuario en Tizayuca y exgobernador de Hidalgo, Manuel Ángel Núñez Soto, aseveró que ‘’la abrumadora mayoría de los ciudadanos de la región ya lo ven (al aeropuerto en Texcoco) con simpatía, como una fuente de prosperidad y empleo’’.
Al evento asistieron el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas y el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, quienes respaldaron el proyecto más ambicioso de infraestructura del gobierno federal: el aeropuerto de la ciudad de México.
Ávila Villegas adelantó que el gobierno mexiquense donará al proyecto 760 hectáreas para lagunas de regulación y conservar el cinturón ecológico del Valle de México.
“Gracias por hacerle justicia al oriente del Estado de México para impulsar un proyecto de tal envergadura, los mexiquenses estamos muy agradecidos por esta magna obra que habrá de transformar vidas”, dijo Eruviel ante Peña Nieto.
El diseño del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México estará a cargo del arquitecto británico Norman Foster y Fernando Romero.
Resurgen protestas en Atenco
En tanto, integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra se declararon en alerta máxima por la reactivación del aeropuerto internacional en Texcoco, el cual advirtieron involucra la ocupación de unas 5 mil hectáreas que se encuentran en litigio ante el Tribunal Agrario.
Ignacio del Valle, líder de los ejidatarios de Atenco, anunció que la lucha de resistencia no se ha dado por terminada, y es momento de salir a las calles para defender hasta con su vida, las tierras que les pertenecen, que son de uso agrícola y que no están en venta de intereses particulares.
Actualmente, dijeron, existe maquinaria subcontratada por la Conagua que realiza labores de aplanado en las tierras de los ejidatarios, lo que ha levantado la sospecha de que las autoridades federales pretendan llevar a cabo un despojo mediante arbitrariedades, argucias legales o actos irregulares.
En el lugar donde se encuentra trabajando maquinaria con labores de aplanado, los ejidatarios de Atenco efectuaron una toma simbólica de 2 máquinas pesadas conocidas como “manos de chango”, en las que colocaron una manta con la consigna “Zapata vive”.