Miguel Ángel Contreras Nieto y Rocío Alonso Ríos tuvieron un día para el olvido. El hartazgo social topó de frente, cuando intentaron convencer a colonos de Satélite en Naucalpan, de que las cosas marchan bien. Naucalpan, por fortuna no está sumergido en una alta criminalidad como otros lugares de la entidad, pero en cambio, es uno de los municipios donde la delincuencia común campea sin remedio, ante una autoridad incapaz, omisa o negligente.
Los abucheos, las consignas y las interpelaciones hicieron imposible el diálogo entre el Procurador de Justicia y la Secretaria de Seguridad con los vecinos de Naucalpan, quienes no soportaron que mediante un maquillaje de cifras las autoridades locales busquen ocultar la delincuencia que padecen. Al grito de “si no pueden ¡renuncien!”, los funcionarios estatales abandonaron el encuentro, que salió de su zona de confort y los escenarios siempre controlados.
Lo sucedido ayer en Satélite, es una muestra del sentir social en el Estado de México respecto de vivir en la zozobra por la delincuencia, en la impotencia y la indolencia por la insensibilidad de la autoridad, la cual pretende fijar una realidad que no existe. La precariedad económica y la cruenta violencia son lastres que impactarán políticamente al partido en el gobierno para el año entrante, cuando haya elecciones.
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A propósito de lo electoral, el dos veces candidato a gobernador del Estado de México, Luis Felipe Bravo Mena acompañó ayer a la excandidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, donde la extitular de la Secretaría de Educación Pública, desistió de su intento por buscar la dirigencia nacional del PAN. Tanto Josefina como Bravo Mena descartaron apoyar abiertamente a alguno de los candidatos que contenderán por la presidencia del panismo.
Tanto Josefina como Luis Felipe, está claro que tienen profundos enconos con Gustavo Madero –actual dirigente que buscará la relección-, aliado en el Estado de México con Ulises Ramírez confrontado con el grupo denominado de los Bravo boys. Pero tampoco congenian con la propuesta política de Ernesto Cordero, en tanto que Vázquez Mota y Bravo Mena quedaron muy defraudados del calderonismo por la falta de apoyo a sus respectivas candidaturas.
Al final, Bravo Mena dio libertad a su grupo para apoyar a quien gusten, pero claro en contra de Madero, quien ya pactó con Ulises. Entonces los Bravo boys se recargarán con Juan Manuel Oliva –exgobernador de Guanajuato-, cuyo respaldo en la entidad es su sobrino Alfonso Bravo Álvarez Malo. El también miembro del Yunque será compañero de fórmula de Cordero, quien ayer solicitó licencia al cargo de senador para buscar la Presidencia del PAN.
Otro dato adicional, es que el árbitro de la contienda panista será el mexiquense Francisco Gárate Chapa, dos veces dirigente de Acción Nacional en el Estado de México.
