Redacción
La tarde del 26 de febrero de 2013, fue la más sorpresiva y larga para Elba Esther Gordillo. Viajaba de San Diego a Toluca, pero nunca se imaginó lo que estaba por suceder a su llegada a la capital mexiquense, tierra en la que forjó grandes aliados políticos y amigos personales como Carlos Hank, Alfredo del Mazo, Arturo Montiel y Eruviel Ávila.
Apenas 24 horas previas, el Presidente Enrique Peña Nieto había promulgado la reforma educativa que contemplaba la evaluación de maestros, la cual rechazaba tajantemente Gordillo Morales, quien inició su carrera magisterial en el municipio de Nezahualcóyotl. La gran ausente había sido Elba Esther.
Los desencuentros de la maestra chiapaneca no eran nuevos, se remontaban al ungimiento del candidato priísta a la gubernatura mexiquense en 2011. Todo apuntaba a que el abanderado para suceder a Peña Nieto sería el entonces alcalde de Huixquilucan, Alfredo del Mazo Maza.
Pero bajo el respaldo del exgobernador, Arturo Montiel y de la lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo; y la amenaza de encabezar una alianza opositora entre PAN y PRD; la decisión final se decantó a favor del alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila Villegas. Peña reculó en una decisión ya tomada, sin embargo, importaba más el no poner en riesgo su proyecto presidencial.
Un año más tarde, resultó fallida la alianza electoral entre el PRI y PANAL para apoyar a Enrique Peña en su camino a Los Pinos. Elba Esther pretendió imponer a su hija Mónica Arriola como candidata al Senado por el Estado de México. El priísmo mexiquense no aceptó, y la coalición partidista colapsó.
La fractura política entre Peña Nieto y Elba Esther Gordillo era inevitable.
La relación entre Gordillo y Peña tocó fondo, en diciembre de 2012, cuando fue nombrado como secretario de Educación Pública, el exgobernador mexiquense, Emilio Chuayffet Chemor, lo que pareció una declaración de guerra para la posición política de la dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Entre Elba Esther Gordillo y Emilio Chuayffet habían simplemente diferencias irreconciliables que databan de diciembre de 2003, cuando la lideresa magisterial fue defenestrada de la coordinación parlamentaria del PRI en San Lázaro por su apoyo decidido al IVA en alimentos y medicinas impulsado por el panista Vicente Fox, siendo remplazada por Chuayffet, bajo el auspicio de su acérrimo rival, el entonces dirigente priísta, Roberto Madrazo.
De ahí, que la interlocución entre el sindicato magisterial y el gobierno federal se volvió inviable. Elba Esther mostró su repudio a Chuayffet y a la reforma educativa en los primeros días de la administración de Enrique Peña.
Apresuradamente, la reforma educativa impulsada por Peña y Chuayffet fue presentada en diciembre de 2012. La reforma, fue promulgada en febrero del año pasado, pese a las presiones lanzadas por Gordillo y su sindicato.
Elba Esther Gordillo cumple este miércoles un año de haber sido encarcelada, acusada por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero) por un monto superior a 2 mil millones de pesos, que fueron desviados de las cuotas que pagan los docentes a su organización gremial, y se emplearon para pagar cirugías, mantenimiento de aeronaves, entrenamiento de pilotos, pagos de tarjetas de crédito y compras en una tienda de artículos de lujo de Estados Unidos.
Entre marzo de 2009 y enero de 2012 de las cuentas del SNTE se realizaron 22 transferencias a la cadena de tiendas departamentales de lujo Neiman Marcus, en Estados Unidos, por 2 millones 100 mil dólares, que equivalen a unos 27 millones 267 mil pesos.
Sobre las presuntas transferencias ilícitas, se estableció que bancos de Suiza y Liechtenstein recibieron un millón de dólares a nombre de Comercializadora TTS de México, y posteriormente esos recursos se utilizaron para la compra de una residencia a nombre de Gordillo Morales en San Diego, California.
La defensa jurídica confía en desvirtuar las acusaciones que pesan en contra de la antes poderosa lideresa magisterial y operadora política del Partido Nueva Alianza, que permita una sentencia absolutoria para su cliente.
La otra gran apuesta, es que en febrero del próximo año, cuando Elba Esther Gordillo cumpla 70 años de edad, la autoridad judicial autorice que la maestra cumpla su condena en prisión domiciliaria, como establece el artículo 55 del Código Penal Federal, lo cual depende de que se demuestre que tiene senilidad o un precario estado de salud.