El costo político de Enrique Peña con la reforma hacendaria será inevitable. Los sectores empresariales han manifestado ya su rechazo. Para Gerardo Gutiérrez Candiani con las nuevas reglas fiscales pagarán los mismos de siempre, y el sector privado deberá sopesar esas cargas impositivas. Tal parece que el mexiquense ha terminado su luna de miel con el empresariado del país. Sospechoso resulta el silencio de Francisco Funtanet a casi dos días de presentada la reforma hacendaria.
El IVA propuesto para colegiaturas de escuelas privadas, se advierte, puede ser un golpe para las clases medias. Habrá que revisar si las escuelas públicas tienen la capacidad para recibir al número indeterminado de estudiantes que abandonarán la educación privada. Y en esa medida, valorar la circunstancia que puede llevar a algunas escuelas a incrementar sus colegiaturas. El espiral puede ser más vicioso que virtuoso.
En las redes sociales se ha convocado también al primer hashtag en contra de la reforma hacendaria. La comunidad virtual ha mostrado rechazo al IVA en alimentos para mascotas. Los memes ya han comenzado a proliferar, impulsados en gran medida por albergues de animales, principalmente perros y gatos. Esas resistencias estaban presupuestadas por Videgaray, lo que falta por ver, es cuáles gravámenes prevalecen pese al descontento.
La industria refresquera también ha saltado. Frente a la intención de gravar las bebidas azucaradas, ya el lobbying se ha instaurado de tiempo completo en San Lázaro. De inicio, las empresas refresqueras han anunciado un aumento de 20 por ciento a sus productos. Lo siguiente, será la amenaza de pronunciados recortes de personal. Y el chantaje hará lo necesario para evitar que el impuesto llegue a sus jugosas ganancias.
Quien debe estar en el filo de la navaja es el mexiquense José Manzur Quiroga. Ya se sabía, que sería el dueño de las grúas, el responsable de sacar adelante la reforma hacendaria, y un proyecto presupuestal acorde a las necesidades del gobierno peñista. En los próximos días, comenzará el desfile de mandatarios para solicitar mayores recursos. El momento de Pepe Manzur es ahora, y a todos dirá que sí, pero no les dirá cuándo.
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A quienes tiene muy desconcertados que Eruviel Ávila no vaya al Teatro Morelos a rendir su informe son las organizaciones sociales. Felipe Rodríguez –que encabeza a la Uprez-, y Jesús Tolentino –de Antorcha-. Ambos acostumbrados a movilizar a sus huestes, plantarse en la Plaza de los Mártires, y en la víspera conseguir componendas para limpiar el zócalo de Toluca. Hoy, se encuentran entrampados, sin saber cómo presionar.
Atrás han quedado los rumores sobre la presunta salida de Ávila. El fin de semana se cumplirán los dos años de su gobierno, pero Peña tiene por ahora otras prioridades, preocupaciones y ocupaciones. Los futuristas han comenzado a barajar posibilidades de relevos en el gabinete de Eruviel. Pasando el segundo informe podría ser momento oportuno de ajustar piezas, y afianzar cada vez un equipo más cercano al mandatario.