Toluca, Edomex; 23 de diciembre de 2020.- El senador Higinio Martínez está convertido en el diputado 76 de la legislatura mexiquense. Su ascendencia sobre distintos legisladores locales, le ha permitido marcar agenda pública, tirar línea política e incidir en la toma de decisiones de un Congreso local con mayoría morenista. Quizá, sólo detrás de Del Mazo, Higinio es el segundo interesado en conseguir el control electoral de la Cámara de Diputados de 2021 a 2024.

Hay dos pinceladas que muestran el control político de Higinio, sin ser un diputado local en funciones. En agosto pasado, impulsó un par de iniciativas: la reducción del número de regidores en los cabildos municipales, reforma que prosperó en apenas 50 días de debate; además de la división territorial de Ecatepec en dos municipios, que sin lograr el consenso suficiente, atrajo la atención de grupos políticos, sociales y económicos. Su discusión no está cerrada.

En la víspera, Martínez ejerció su influencia para obstaculizar la aprobación del presupuesto estatal 2021, por rechazar la posibilidad de autorizar un endeudamiento de 13 mil 500 millones de pesos. Muy a pesar de las presiones recibidas, la bancada morenista se ha agrupado y cohesionado en torno a una postura sólida: no más deuda para el gobernador Del Mazo. Han optado por aplazar la aprobación del presupuesto hasta enero próximo, antes que desobedecer las recomendaciones lanzadas por Higinio.

Sí, la Legislatura del Estado de México se ha convertido en un contrapeso del Poder Ejecutivo. Ejerce frenos y contrapesos deseables en cualquier democracia. Pero todo apunta a que, el dominio de la Legislatura sigue dependiendo de la voluntad unipersonal de una persona: antes era el gobernador en turno en hegemonía de su partido; ahora, se trata del senador Higinio Martínez quien tiene un poder fáctico en la toma de decisiones del Congreso local.

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Exactamente dentro de un mes, el gabinete delmacista experimentará una nueva oleada de ajustes: la razón, al menos una decena de mandos medios y superiores podría presentar su renuncia, y enfilarse como posibles candidatos a alcaldes y diputados locales hacia los comicios de 2021. Algunos de ellos, personajes muy cercanos al delmacismo; algunos otros, esos compromisos políticos que podrá sacudirse para la segunda mitad del sexenio.

Los tiempos electorales obligarán a incorporar a otros actores políticos que, muchos apuestan, podrían ser excolaboradores del peñismo, siempre y cuando no estén relacionados con asuntos como al Estafa Maestra, Odebrecht, y otras coyunturas que explotarán es escándalos en la víspera electoral.

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