Toluca, Edomex; 4 de diciembre de 2020.- Este sábado, Alfredo Del Mazo llegará a los 45 años de edad. Se encuentra en la cúspide de su carrera política y en la plenitud de su sexenio. El año próximo será crucial para su futuro personal y su proyecto profesional. Nunca imaginó convertirse en gobernador del Estado de México en un escenario tan convulso. Por esa misma razón, el año entrante resulta sustancial para el priísmo y el delmacismo desde las urnas.
Tres sucesos han marcado el mandato delmacista: el sismo de septiembre de 2017; la hecatombe electoral de 2018; y la pandemia de 2020. En lo político, el sexenio ha estado marcado por el fallecimiento de dos exgobernadores: Alfredo Del Mazo González e Ignacio Pichardo Pagaza. Esas ausencias pesan en la ascendencia política, pero Del Mazo Maza buscará ocupar esos vacíos en las posiciones de poder público. Otros exgobernadores han sido desplazados.
Pese a los avatares políticos y sociales, unos comicios intermedios siempre son la oportunidad que ha encontrado el priísmo para reencontrarse y reconstruirse. El delmacismo ha aprendido a remar contracorriente desde aquella derrota en el otrora Distrito Federal en 1997, y a intromisión eruvielista de 2011. Los resultados de 2021 serán una fórmula para caminar hacia 2023. Es impensable en cualquier gobernante entregar la estafeta a un partido distinto a su origen.
A pesar de las coyunturas, Del Mazo ha logrado empoderar a su grupo político en el sexenio que transcurre. La agenda pública es dominada por Rescala, Espeleta, Jarque, Curioca, Casado y Sánchez Holguín. También en las candidaturas a alcaldes y diputados se distinguirán pinceladas del mandatario.
Con madurez personal y profesional, Del Mazo llegará a sus 45 años de edad. Con ascendencia al interior del priísmo nacional, un brazo articulador con el lopezobradorismo y una encomienda por recuperar el otrora bastión electoral. Por la naturaleza de quienes han ocupado la gubernatura mexiquense, es previsible que esa posición de privilegio no es el fin de ninguna carrera política.
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Faltan tres meses para que el rector de la UAEMex, Alfredo Barrera Baca rinda su cuarto y último informe de labores. Se trata de un evento de connotaciones políticas en la vida interna universitaria. Desde marzo pasado, se ha transitado por una nueva normalidad escolar que deberán plantearse en el mediano plazo.
Las condiciones sanitarias advierten que la educación a distancia se prolongará hasta el mes de abril. Lo cierto es que, el informe de Barrera será el banderazo oficial de la sucesión universitaria prevista en el calendario para el mes de mayo.
Mientras eso ocurre, en los últimos meses se han pausado diversas elecciones de direcciones en otros planteles universitarios que deberán resolverse.
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