Toluca, Edomex; 25 de agosto de 2020.- Las prebendas políticas de Antorcha Campesina son excesivas. Sin embargo, la dirigencia priísta de Alejandra del Moral se ha doblegado hacia el liderazgo de Jesús Tolentino Román. Parece que el brazo antorchista es la única posibilidad para que el PRI pueda gobernar dos de los diez municipios más poblados del estado. Dedicados a la presión social, la asfixia política y el chantaje presupuestal, los antorchistas han ganado la batalla, incluso nueve meses antes de la elección. El priísmo mexiquense los volverá a arropar en los comicios de 2021.
Chimalhuacán e Ixtapaluca han sido dominados por Antorcha Campesina desde el montielato. Ahí predomina la designación de candidatos a alcaldes; diputados federales y locales para los líderes de su organización. El matrimonio Tolentino Román y Maricela Serrano han ejercido ahí un cacicazgo, que amenaza con perpetuarse otro trienio. La presión social de los últimos años, traducido en decenas de marchas, bloqueos y protestas en la ciudad de Toluca, han alcanzado dividendos políticos para Antorcha Campesina.
Sólo queda por conocer si Del Moral negoció para adelante, que Tolentino cese el hostigamiento ejercido hacia el gobernador Alfredo Del Mazo a través de sus redes sociales. Si Antorcha cambiará su discurso disruptivo ante la proximidad de los comicios, y enmendar la fractura manifiesta con el delmacismo. Y si evitarán asfixiar la capital mexiquense como medida de conciliación política hacia las elecciones del próximo año. O simplemente, fue una negociación partidista.
Lo cierto es que, Antorcha Campesina parece un movimiento sobrevalorado en su eficiencia electoral. Basta con revisar los resultados de la elección de gobernador de hace tres años. En los comicios más competidos de la historia, en Ixtapaluca ganó la morenista Delfina Gómez. Y el priísta Alfredo Del Mazo quedó en segunda posición. Quedó evidenciado que Antorcha no es invencible, con todo y la promesa de victoria para las intermedias de 2021.
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Las decisiones electorales están muy cerca. En un plazo de semanas, se definirá el registro de nuevos partidos políticos nacionales, los cuales podrán participar además en las elecciones locales. Algo es innegable, en los nuevos partidos estarán integrados expriístas, expanistas y experredistas ahora ataviados de organizaciones políticas que buscarán obtener algunos espacios de poder público, los mismos cargos que sus partidos originarios les negaron.
En apenas un mes, se designarán también tres nuevos consejeros electorales, quienes serán responsables en la organización de los comicios intermedios. Esos mismos, estarán en funciones en la elección de gobernador de 2023. El juego de la sucesión delmacista está en marcha con tres años de antelación.
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