Toluca, Edomex; 14 de agosto de 2020.- Por segunda elección consecutiva, las candidaturas al interior del PRI que serán más cotizadas ya no serán para alcaldes: la disputa será por aparecer en la lista de diputados plurinominales; o en las primeras tres regidurías de las planillas municipales. El escenario es tan incierto que, ante la inminente derrota en decenas de alcaldías o distritos, prefieren jugar por la representación proporcional. Esos espacios estarán apartados para los consentidos del gabinete y la actual dirigente estatal.
Tradicionalmente, esas posiciones de privilegio eran repartidas para los sindicatos: el SNTE (de maestros federalizados); el SMSEM (del magisterio estatal) como su estructura paralela electoral; y el Suteym (de los burócratas); además, del movimiento Antorcha Campesina, con su bastión asentado en la zona oriente del estado. Lo cierto es que, las condiciones actuales no advierten que el priísmo no ceda al chantaje de esas agrupaciones, donde el voto corporativo simplemente es inexistente.
En el PRI estatal se analiza repetir candidatos perdedores. Se evalúan casos especiales, sobre todo en aquellos municipios donde el priísmo haya quedado en segundo lugar; y particularmente que la diferencia entre el ganador y el derrotado no haya sido mayor al cinco por ciento de los votos recibidos. Ahora depende que los aspirantes tengan interés en repetir la elección; y jugarse el todo o nada, en una apuesta que sólo tiene una garantía: la incertidumbre.
Tampoco se descarta que algunos alcaldes y diputados locales puedan ser postulados por la reelección. En los comicios de 2018, ya se logró consolidar algunos bastiones priístas. Algo es casi seguro: los presidentes municipales que hoy cubren un segundo periodo, serán candidatos a diputados el año entrante.
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El Partido Verde, al menos en su franquicia en el Estado de México, sigue reclutando a expriístas. Se trata de exalcaldes, exregidores, exdiputados y algunos liderazgos que nunca fueron postulados por el PRI. Descontentos con las candidaturas de unidad y la dinastocracia de las élites políticas, han decidido emigrar al Verde con el propósito de abrirse paso hacia las urnas. Su objetivo se concentra en una decena de municipios y cinco legisladores locales.
Como eje articulador del proyecto ecologista, Jesús Alcántara -peñista- y Rafael Osornio -montielista- han logrado también conectar con liderazgos priístas, quienes sin renunciar a su militancia están dispuestos a financiar y operar políticamente a favor de algunos candidatos del Verde. En política, la clase gobernante nunca pierde.
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