Toluca, Edomex; 26 de junio de 2020.- En política no hay casualidades. Ayer durante la conferencia de prensa mañanera, el gobierno de López Obrador dio a conocer la presencia de cuatro cárteles del narcotráfico en el Estado de México. El presidente presumió el trabajo de inteligencia para identificarlos. Alfonso Durazo afirmó que su combate es permanente. Frente al gobernador Alfredo Del Mazo, presentaron un mapa de la prevalencia de las organizaciones delictivas. Es aquí, donde también se han lanzado programas piloto en materia social y de seguridad pública.
En el centro del país, y en el estado más poblado, la presencia del crimen organizado es un tema que preocupa al actual gobierno federal porque, además, contamina a la Ciudad de México, donde operan otros dos grupos criminales. Por esa razón, por única ocasión el gobierno federal exhibió la presencia delictiva en el Estado de México. El mensaje está claro, aquí es evidente la operación de cárteles del narco, pero también es una prioridad su combate con toda la fuerza del estado: la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y lo que sea necesario.
A propósito de la visita de López Obrador por el Estado de México, dos personajes muy activos en la gira presidencial fueron Alejandro Ozuna y Gabriel O´Shea, el secretario general de gobierno y el secretario de salud, ambos del gabinete delmacista. Ambos funcionarios dieron positivo a covid-19 hace casi tres semanas. Tras el confinamiento domiciliario, ya recibieron su alta médica. Se han reintegrado a su trabajo, aunque predominan las actividades a distancia.
Texcoco se ha convertido en un símbolo político para López Obrador durante las últimas dos décadas. Desde que era jefe de gobierno del extinto Distrito Federal se opuso al aeropuerto en estas tierras, cuando el proyecto era impulsado por el panista Vicente Fox. Tres sexenios más tarde, por medio de sus consultas ciudadanas, decidió cancelar la construcción de la terminal aérea impulsada por el priísta Peña Nieto que se erigía en dicho municipio. Aquí, Andrés Manuel se siente muy cómodo, arropado por su clase política gobernante.
Cuando Morena era un partido incipiente, hace apenas cinco años, aquí consiguió el triunfo a favor de Delfina Gómez, quien se convirtió en la diputada federal más votada. También de ahí es originario Horacio Duarte, el hombre que lo defendió de desafuero en San Lázaro hace tres lustros. A la distancia, Andrés Manuel ha mostrado su gratitud para ese grupo político liderado por el senador Higinio Martínez. A once meses de la elección intermedia, el Grupo de Acción Política puede estar tranquilo, llevará mano en al menos un tercio de las candidaturas por repartir para alcaldes y diputados.
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