Toluca, Edomex; 17 de junio de 2020.- Hacia los comicios intermedios del próximo año, en ningún escenario posible, Morena alcanzará la votación de la elección presidencial. En el Estado de México rebasó los 4 millones de sufragios, y eso arrojó un triunfo abrumador que le dio 54 municipios, 43 distritos locales y 37 diputados federales. En las votaciones de 2021, dominará un abstencionismo por la falta de interés del electorado, y eso disminuirá sustancialmente la hegemonía morenista. En el mejor de los casos, Morena y sus aliados alcanzará los 2.5 millones de votantes.
En un panorama de alto abstencionismo, el más beneficiado siempre ha sido el priísmo local. A pesar de su baja intención de voto, la estrategia del PRI consiste en echar a andar la maquinaria electoral y recuperar mucho del terreno perdido con sus estructuras. La proyección más fatídica podría ubicar al tricolor con cerca de dos millones de sufragios. La tendencia apunta a tener una alta competencia en alrededor de 80 municipios y 35 distritos locales.
A esa condición, se debe sumar los votos que pueda generar el panismo: otros dos millones de votos. Acción Nacional, es hasta el momento, la oposición con mayor preferencia electoral. Así pues, Morena enfrentará una merma de sufragios por una baja votación; PRI deberá movilizar a su voto duro en sus otrora bastiones; PAN jugará por convertirse en el voto de castigo del partido en el gobierno. Y eso, podría incidir en una elección a tercios en el Estado de México. Esa es la mejor noticia para el delmacismo en su estrategia por conservar la gubernatura mexiquense en 2023.
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Aun cuando la mayor cifra de contagios por covid-19 se concentra en el Valle de México y el Valle de Toluca, en el norte del Estado de México el escenario es más desolador. Allí, históricamente se ha concentrado la mayor pobreza y marginación entre sus habitantes. Las carencias en los hospitales públicos se profundizan. Las familias que tienen pacientes confirmados con coronavirus están siendo estigmatizadas por el resto de la población. No sólo eso, ante la mirada del gobierno, también son los contagios más olvidados.
Las autoridades federales están muy lejanas frente a la zona indígena con mayores contagios del país. Las autoridades estatales también parecen ausentes frente al desamparo que ha causado la contingencia del covid-19. Las autoridades municipales han sido rebasadas por la crisis económica y sanitaria. Entre la población priva el desconocimiento, la incredulidad y la desinformación para afrontar la pandemia. Para la opinión pública tampoco son visibles. Es ahí donde las brechas de desigualdad se vuelven más profundas.
Atlacomulco es el epicentro de la zona norte: ahí se sitúa el hospital con mejores condiciones de atención. Los pacientes provienen de otros municipios como Ixtlahuaca, San Felipe del Progreso, Acambay y San José del Rincón. El brote de contagios frente a las carencias sociales puede ser más grave que lo ocurrido hasta el momento en las zonas urbanas del estado.
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