Toluca, Edomex; 17 de enero de 2020.- En el escenario electoral del próximo año, Morena tiene las mejores proyecciones con una preferencia de al menos el 40 por ciento de los votantes. Aunque difícilmente replicará un triunfo abrumador, existen altas expectativas de mantenerse como primera fuerza. En paralelo, PAN y PRI mantienen un escenario adverso que podría tener su mejor escenario en el abstencionismo y la apuesta constante de su voto duro.

Paradójicamente, las mayores indefiniciones políticas las enfrenta Morena. En el Estado de México, han transcurrido más de 18 meses sin dirigencia estatal. La elección fallida por la presidencia de Morena suscitada el año pasado, sólo evidenció la pugna interna entre el Grupo de Acción Política y Los Puros, a cuya contienda se han sumado los obradoristas que encabeza Raciel Pérez. Las intrigas partidistas a quienes más benefician son a los partidos de oposición.

Para el gobierno delmacista, la elección del año entrante representa el último tren para recuperar el terreno perdido. La gobernabilidad de su mandato transita por tener una legislatura dividida en tercios, y tener a su favor al menos cuarenta municipios. En los comicios intermedios también está en juego la posibilidad de estar en competencia para la renovación de la gubernatura de 2023.

En un plazo de doce meses, alcaldes y diputados locales solicitarán licencia a sus cargos públicos. Exactamente en el mes de enero están programadas las precampañas electorales; y mientras algunos piensan en la reelección, otros más buscan dar el salto a otro puesto de elección. Al menos treinta presidentes municipales y una veintena de legisladores podrían separarse de sus funciones para emprender una nueva aventura electoral en los comicios intermedios del año próximo.

En esa lógica electoral hay dos premisas coyunturales. Desde la Legislatura Estatal les resta un año para sacar adelante aquellas reformas legales que son prioritarias para la cuarta transformación: la Ley del Issemym, la Ley de la UAEM, la eliminación del fuero y hasta la ley del notariado, por mencionar algunas. La bancada morenista deberá apretar el trabajo de comisiones, o bien, dejar un expediente de iniciativas para mejor ocasión, cuando quizá no tengan la mayoría que hoy presumen.

A nivel municipal, los 125 alcaldes se encuentran en la cúspide del poder. Transcurrida la curva de aprendizaje del primer año, durante los próximos doce meses están obligados a tener gobiernos municipales eficientes. Su futuro político depende de que electoralmente retengan la plaza. La alternancia partidista ha sido una experiencia decepcionante, porque han salido tan malos los priístas como los panistas, los perredistas, y ahora los morenistas.

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