Redacción
Mérida, Yucatán. 12 de junio de 2018.- El tercer y último debate presidencial concentró de nueva cuenta, una serie de ataques en contra del puntero de las encuestas, Andrés Manuel López Obrador. En su última oportunidad por convertirse en el voto útil en la recta final de la elección, el priísta José Antonio Meade y el panista Ricardo Anaya Cortés disputaron por separado el segundo lugar de las preferencias de los votantes en dos estrategias: increpar a López Obrador y posicionar sus propuestas de gobierno.
Los cuatro candidatos presidenciales coincidieron en apuntar que el combate a la pobreza debe partir de la creación de empleos mejor remunerados; y aunque defendieron la política asistencial de sus respectivas experiencias de gobierno, asumieron que no debe ser la única respuesta, ya que hasta el momento no ha resuelto las brechas de desigualdad social por las que atraviesa el país.
En particular, el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador insistió en que la solución de muchos problemas será el combate efectivo a la corrupción, junto con el cambio de política económica. Afirmó que el modelo neoliberal de los últimos 30 años ha evitado un crecimiento económico y ha limitado la creación de empleos.
El tres veces candidato presidencial dijo que en países como Suiza, Finlandia y Noruega, donde los índices de corrupción son bajos, también existe una minoritaria población en condición de pobreza. Ahí, dijo, predomina la clase media, al tiempo de acusar que en el país prevalece una minoría con abundancia que ha construido riqueza al amparo del poder público.
En tanto, el priísta José Antonio Meade aseveró que las propuestas del político tabasqueño representan fórmulas del pasado que han fracasado. Como ejemplo, dijo que durante el mandato de López Obrador como jefe de gobierno del Distrito Federal se caracterizó por disminuir la creación de empleos; así como un crecimiento de 368 mil personas en condiciones de pobreza.
Meade Kuribreña añadió que durante su gestión como secretario de Desarrollo Social, las cifras de pobreza extrema decrecieron en 2.1 millones de mexicanos. Insistió en que resulta imprescindible generar mayores condiciones en la preparación académica de los jóvenes mexicanos, que les permita concluir en promedio el nivel preparatoria, lo que les permitiría acceder a empleos mejor pagados, e inclusive aumentar su expectativa de vida.
En tanto, el candidato panista Ricardo Anaya ofreció tres propuestas iniciales para generar crecimiento económico, elevar los salarios y que todas las personas que ganan menos de 10 mil pesos al mes se les quiten impuestos. Respecto de la igualdad de género, se comprometió a hacer valer la ley a favor de las mujeres para que “a trabajo igual salario igual”.
También afirmó que buscará optimizar los recursos de la política asistencial de los programas sociales, a través de la creación del ingreso básico universal para los grupos más vulnerables. Además, aseveró que en caso de ganar la elección presidencial reducirá la base gravable del precio de las gasolinas para que su precio sea accesible para todos los mexicanos.
Otro de los temas más polémicos resultó la reforma educativa.
Andrés Manuel López Obrador confirmó que cancelará la reforma educativa, por considerar que se ocupó de aspectos más laborales que estructurales para mejorar la calidad de la educación en el país. Afirmó que “la mal llamada reforma educativa” se trata de un mecanismo, una represión, una coerción a maestros, dedicada a afectar a los maestros.
Consideró que la reforma actual tiene una orientación neoliberal, privatizadora y recoge lo que el extranjero le recomienda al país.
El priísta José Antonio Meade dijo que revertir dicha reforma significaría “cancelar el futuro de las y los niños”. “Para ser muy claro, cancelar la reforma educativa implica cancelar el futuro de tus hijos, implica echar a la borda la posibilidad de que aprendan inglés”, expuso Meade. Explicó su propuesta de apoyar a los maestros incrementando sus salarios y generando certeza laboral para ellos.
El panista Ricardo Anaya secundó a López Obrador respecto de que la reforma educativa castiga a maestros, pero reconoció que derogarla “sería criminal”. Añadió que ha sido una reforma mal aplicada, “se trataba de mejorar la educación, no de castigar a las maestras y a los maestros”.
Cuestionó el gasto ejercido por la Secretaría de Educación Pública en el rubro de comunicación social para promocionar a su entonces titular, Aurelio Nuño -hoy coordinador de campaña de José Antonio Meade-. El año pasado, la SEP gastó mil 963 millones de pesos en imagen, cuando dichos recursos pudieron ejercerse en la infraestructura educativa o la capacitación de los profesores.
En la recta final, los cuatro candidatos presidenciales aprovecharon para llamar al voto en el último debate presidencial previo a los comicios del próximo primero de julio.
Andrés Manuel López Obrador se sintió ganador, pues dijo difícilmente se podrán revertir los 30 puntos, que aseguró, tiene de ventaja en las preferencias electorales. Confió en que conseguirá el triunfo electoral y con ello se emprender la cuarta transformación del país, a partir de su proyecto de gobierno concentrado en derrocar a la “mafia del poder” y combatir la corrupción.
José Antonio Meade sostuvo que a partir de las mismas fórmulas neoliberales que representa, ahora sí acabará con la pobreza, a través de la creación de más empleo y mejor pagado. El priísta sostuvo que en la elección está en juego el futuro de los niños, para lo cual pidió un voto de confianza a su proyecto.
El panista Ricardo Anaya aseguró que existe una gran mayoría que exige un cambio en México, pero también afirmó hay una gran parte de la población que está en contra del proyecto de López Obrador. A quienes conjugan ese ánimo, les dijo que no se trata de votar por lo que divide a México. “Lo vamos a lograr, transformemos el enojo en esperanza”, agregó Anaya Cortés.
Finalmente, Jaime Rodríguez Calderón insistió en que los tres candidatos presidenciales ligados a los partidos políticos representan al régimen que se pretende modificar. “Vota Bronco, quítate la pata del pescuezo, que se vayan a su casa sin su pensión”, expresó el candidato independiente.