Redacción
Ciudad de México. 22 de abril de 2018.- Con un formato más flexible de lo acostumbrado, los candidatos presidenciales intercambiaron acusaciones de fracasos en el ejercicio del poder y de círculos de corrupción alrededor de sus equipos de trabajo. En el centro del debate, el puntero de las encuestas electorales, Andrés Manuel López Obrador fue el candidato con mayores señalamientos, quien debió repartir la mitad de su tiempo en el diálogo para sortear los ataques del resto de los candidatos.
El tres veces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador defendió su campaña electoral, tras argumentar que encabeza un movimiento nacional que representa a millones de mexicanos, y que impulsará la cuarta transformación nacional equiparada con el movimiento de independencia, las leyes de reforma y la revolución mexicana.
El abanderado de Morena sostuvo que para combatir a la delincuencia se deben atender las causas que la generaron, particularmente combatir la pobreza. Agregó que en los últimos ocho años ha aumentado la pobreza de 8 millones de mexicanos, de los cuales un millón son jóvenes que no tienen oportunidades ni de educación ni empleo.
«En los últimos 30 años no ha habido crecimiento económico, lo cual no genera empleos, y por tanto no existe bienestar. No se puede enfrentar violencia con la violencia, el mal hay que enfrentarlo haciendo el bien», añadió.
Acerca de la propuesta de aministía a criminales, López Obrador aclaró que dicha determinación no significa impunidad, «porque se ha manejado de manera mal intecionada a que yo quiero sacar de la cárcel a todos los criminales».
«Se trata de que nos reúnamos y convocar a personalidades para elaborar un plan y no descartar ninguna alternativa», expuso.
«Todos están aquí contra mí, echándome montón», expuso López Obrador en una de las frases que marcaron el ejercicio deliberativo entre candidatos presidenciales.
Por su parte, el candidato del PAN, Ricardo Anaya Cortés aseveró que México va a cambiar porque el PRI ya se va, para lo cual defendió su proyecto de gobierno. «Perdonar a los delincuentes no es la solución», dijo.
Entre las alternativas para combatir a la delincuencia propuso atender las causas más profundas, mediante el fomento al deporte, la cultura, que haya trabajo, y educación.
Insistió en la necesidad de cambiar la estrategia contra el crimen que ha fracasado en la última década, en la que subrayó la necesidad de desmantelar a las organizaciones criminales, duplicar el tamaño de la policía federal, profesionalizar a las policías locales y seguir con el apoyo del Ejército y la Marina. Y reiteró la importancia de contar con un fiscal absolutamente autónomo.
Respecto a la estrategia por combatir a la pobreza planteada por el abanderado de Morena, dijo que cuando Andrés Manuel fue jefe de gobierno de la Ciudad de México se redujo en 40 por ciento la inversión extranjera, el crecimiento económico fue 50 por ciento menor del crecimiento nacional y el desempleo aumentó porque espanta las inversiones.
En tanto, el candidato del PRI, José Antonio Meade Kuribreña afirmó que López Obrador en su ambición por el poder y su miedo a volver a perder ha pretendido perdonar a los criminales y pactar con los corruptos. El cinco veces secretario de Estado detalló que mientras haya impunidad no puede haber seguridad.
Meade propuso la consolidación de un Código Penal Único, la creación de una Agencia de Delitos Especializada; además de cuadruplicar la capacidad de la policía investigadora y una estrategia de prevención que debe ser transversal.
«Estoy a favor de que le demos a las fuerzas armadas certeza jurídica, a favor de la Ley de Seguridad Nacional», añadió.
En su oportunidad, la candidata independiente Margarita Zavala puso por delante de su propuesta de gobierno defender a los mexicanos. Enumeró la importancia de fortalecer a la policía, adquirir tecnología para consolidar la tarea investigadora y sostener como prioridad el combate al feminicidio y la trata de personas.
Mientras que Jaime Rodríguez «El Bronco» expuso que debe combatirse la impunidad, tras responsabilizar de forma consistente a los partidos políticos y los candidatos presidenciales de la desgracia que arrastra al país, tanto en sus instituciones como en problemas de inseguridad y corrupción.
Aseguró que el combate a la pobreza en Nuevo León ha sido más eficiente que en el resto del país, con base en evitar la proliferación de los programas asistenciales que sólo buscan regalar el dinero de los mexicanos trabajadores a grupos más vulnerables.
Sobre la corrupción, identificado como el principal problema que aqueja al país, López Obrador explicó que anualmente se roban alrededor de 500 mil millones de pesos los políticos corruptos y traficantes de influencias.
Sin una propuesta clara, el político tabasqueño reiteró que para combatir la corrupción gobernará con el ejemplo. «Vamos a terminar con todos los privilegios que hay en el gobierno, vamos a bajar los sueldos de los de arriba para subir los sueldos de los de abajo, si por eso me acusan de populista que me anoten en la lista», refirió.
Agregó que su gobierno venderá el avión presidencial que no tiene Donald Trump porque es inaceptable contar con un gobierno rico con un pueblo pobre. «Me pueden llamar peje pero no lagarto, porque tengo tres principios: no mentir, no robar y no traicionar. Yo no lucho por cargos, estamos a punto de lograr la cuarta transformación del país, no voy a fallarle, no voy a traicionar a millones de mexicanos», insistió.
Ricardo Anaya no perdió oportunidad para cuestionar la propuesta de amnistía lopezobradorista, la cual dijo se experimentó en Colombia hace 25 años, y eso disparó la violencia. Criticó que la solución a los corruptos sea simple voluntad política, en tanto que Andrés Manuel López Obrador no pudo contagiar con su ejemplos a sus más cercanos colaboradores cuando fue jefe de gobierno capitalino, tras exponer como ejemplos de corrupción a Gustavo Ponce, René Bejarano y Eugenio Ímaz.
El candidato panista propuso modificar el artículo 108 para que el presidente pueda ser juzgado durante su mandato; afianzar una Fiscalía General y una Fiscalía Anticorrupción autónomas e independientes, y que frente a un caso de corrupción, cualquier político no pueda volver a ocupar un cargo público.
En el apartado de corrupción, Anaya fustigó al candidato priísta por ser parte del actual gobierno envuelto en múltiples casos de corrupción como Odebrecht, la Casa Blanca, la Estafa Maestra, el Socavón y los gobernadores priístas, César y Javier Duarte, Roberto Borge y los Moreira. Aseveró que los mandatarios priístas que han sido procesados por corrupción ha sido porque se logró una transición de gobierno, y con mandatarios frentistas se ha logrado su combate a la impunidad.
Por su parte, el abanderado priísta reconoció que lo que más indigna es la corrupción, y más aún que no se castigue. No obstante, no pudo deslindarse de los mayores escándalos de corrupción que han involucrado al gobierno de Peña Nieto, y de un puñado de gobernadores priístas actualmente procesados y encarcelados por presuntos desvíos de recursos públicos y enriquecimiento ilícito.
Meade Kuribreña presumió que será un presidente sin fuero, y asumió que durante su posible mandato el Ministerio Público será autónomo.
Entre sus propuestas para combatir la corrupción planteó que la 7 de 7 será obligatoria, lo que implica que el patrimonio que declare sea lo que existe en realidad; además de que el SAT, la SHCP y el INE serán parte del sistema nacional anticorrupción; y dotar de absoluta transparencia a todos los contratos de la administración pública.
El exsecretario de Hacienda aprovechó para cuestionar a Andrés Manuel López Obrador quien «no nos ha querido decir de que ha vivido en los últimos 15 años».
Acusó que el exjefe de gobierno capitalino ha hecho de Morena un negocio familiar; aunado que todos los días se pone de acuerdo con los corruptos: Elba Esther y Napoleón Gómez Urrutia, y vive de un partido que no trasparenta.
Margarita Zavala dijo que la política es una tarea para servir, por lo que aseveró que será implacable contra los corruptos, para lo cual cerrará los vacíos que permiten la de la corrupción. Se comprometió a fortalecer una cultura de legalidad y con ello acabar con la impunidad.
En dicho segmento, Jaime Rodríguez Calderón hizo la propuesta más controvertida de la noche, al asegurar que los políticos que sean sorprendidos en actos de corrupción «debemos mocharle la mano al que robe, literal», pregonó el candidato independiente.
En la recta final del debate, López Obrador reafirmó una de sus propuestas de campaña desde hace doce años: «Me voy a someter a la revocación de mandato cada dos años, va a haber una consulta a los ciudadanos», detalló.
Anaya sostuvo que está a favor de la revocación del mandato, siempre y cuando se legisle dicha figura y le permita a la ciudadanía evaluar la actividad pública de la figura presidencial. Sin embargo, el panista comentó que se deberá dejar a salvo evitar cualquier intento de reelección en alusión a López Obrador.
Meade rechazó dicha posibilidad, pues dijo ya suficiente hartazgo tiene la ciudadanía con las campañas presidenciales, como para convocar su participación cada dos años.
En su última oportunidad, Margarita Zavala apeló al voto de las mujeres para representar sus preocupaciones y sus necesidades en caso de ganar la elección presidencial.