Toluca, Edomex. 31 de julio de 2017.- Con fuerza resuena la posibilidad de que Cruz Roa se convierta en el próximo dirigente estatal del PRI. La posición de Roa en el priísmo mexiquense le daría un amplio margen de maniobra al gobernador saliente Eruviel Ávila para la designación de candidaturas del año entrante. En paralelo, sería un reconocimiento a su operación política por parte del futuro mandatario, Alfredo del Mazo. Roa dejaría su cargo en la legislatura.

En la composición del próximo gabinete, los vientos parecen favorecer al legislador Miguel Sámano Peralta. Su inclusión en el equipo delmacista se atribuye a dos factores clave: sería parte de las cuotas de poder de Ana Lilia Herrera con el primer círculo de Del Mazo, y a su acción electorera en campaña. En segundo lugar, tras la recaída que tuvo el exgobernador Arturo Montiel en el hospital, habría exigido la incorporación de sus excolaboradores en el próximo gobierno; ahí se volteó hacia su exsecretario particular, aunque Sámano reniegue que siempre lo vinculen con el montielismo.

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Ser rector de la UAEM siempre ha sido un factor altamente redituable en la vida política. De ahí han salido secretarios de educación, agropecuario, cultura y de gobierno. También han ido como consejeros electorales, defensores de derechos humanos y magistrados. Apenas en mayo pasado, Jorge Olvera dejó el principal despacho de la Universidad Autónoma del Estado de México, y se apuntala como el próximo presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la entidad.

Jorge Olvera sólo espera la formalidad política para reemplazar a Baruch Delgado que la semana pasada renunció a ese encargo. Eruviel “amarra” los hilos de su mandato que está por fenecer. En la legislatura mexiquense no habrá resistencias.  Olvera despachará a finales de esta semana desde el edificio de la avenida Nicolás San Juan.

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A propósito de los aires universitarios, el rector de la UAEM, Alfredo Barrera Baca asistió el sábado pasado al arranque de la Liga de Ascenso MX en el estadio Alberto “Chivo” Córdova. En la víspera, Barrera dio la patada inicial de la  temporada; y en lo informal, bajo del olimpo para sentarse en la tribuna como cualquier otro aficionado.

El principal obstáculo que enfrentan los Potros UAEM para ascender a la Liga MX no tiene relación con el “embutacado” de su estadio. El rechazo se encuentra a menos de cinco kilómetros de distancia, y se trata de los Diablos Rojos del Toluca que no da su aval para tener dos equipos en Primera División en la capital mexiquense.

La directiva escarlata ha buscado pretextos para impedir que los Potros sueñen siquiera con ascender, y el estadio que de buena fe les prestaron hace un año mientras remodelaban su vetusta Bombonera, ha sido el argumento perfecto. El equipo del Centenario ha cimentado un monopolio en la Liga MX y así ha preferido que permanezca.

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