Violeta Huerta
En junio del 2014 la Legislatura mexiquense avaló la posibilidad de que tanto los integrantes de ayuntamientos, como los diputados locales pudieran reelegirse: los ediles por dos periodos y los legisladores hasta por cuatro. La disposición podrá concretarse en los comicios del 2018 entre quienes en este momento ocupan esos espacios de representación popular.
Sin embargo, la reforma político electoral nació endeble y con un pendiente importante: la revocación del mandato, o alguna otra figura que permita garantizar que la ciudadanía evalúe a sus gobernantes y defina si deja o no a quienes busquen repetir en el cargo de manera consecutiva.
El tema vuelve a la mesa después de que en el primer debate oficial, entre quienes buscan la gubernatura mexiquense, el abanderado del PT, Óscar González, planteó que todos suscribieran un documento donde se comprometieran a que – de ganar- al cumplir los dos primeros años de ejercicio pondrán a consulta directa de los ciudadanos la ratificación en su cargo. Los seis firmaron, pero el tema ya debería ser obligatorio.
Desde la Legislatura anterior, primero el PAN y ahora Movimiento Ciudadano impulsan una iniciativa de Ley de Participación Ciudadana, la cual no ha sido analizada, pero prevé trece mecanismos de participación; entre ellos: la revocación del mandato.
Uno de los principales argumentos para impulsar la reelección fue que se requerían periodos más amplios para que los ediles y legisladores no improvisaran y adquirieran experiencia porque tres años eran muy pocos: en el primero llegaban a aprender, y cuando ya sabían, terminaba su gestión.
La reelección es una figura polémica y aun cuando en algunas entidades como la Ciudad de México se aprobó la ratificación del mandato, de manera general los políticos no quieren entrar al debate de temas como ése, ni de la eliminación del fuero.
Políticos y autoridades se llenan la boca al señalar que buscan empoderar al ciudadano, pero no han avalado establecer mecanismos de participación como: la ratificación de mandato, a fin de garantizar que la reelección no genere cacicazgos y que los representantes populares y autoridades se sometan a una evaluación ciudadana.
El artículo 18 del Código Electoral del estado de México señala que la elección consecutiva para el cargo de presidentes municipales, regidores y síndicos será por un periodo adicional, pero sólo podrán ser impulsados por el mismo partido, o por cualquiera de las fuerzas integrantes de la coalición que lo hubieran postulado, salvo que hayan renunciado o perdido su militancia antes de la mitad de su mandato.
Los integrantes de los ayuntamientos con interés en reelegirse deberán estar inscritos en el Registro Federal de Electores, contar su credencial para votar con fotografía y separarse del cargo noventa días antes de la elección.
Para el caso de los diputados, el artículo 19 de ese código prevé que la elección consecutiva podrá ser hasta por cuatro periodos consecutivos, pero quienes busquen la reelección deberán ser postulados por el mismo partido, o por cualquiera de los que lo apoyaron.
Los legisladores deberán estar en pleno ejercicio de sus derechos políticos, inscritos en el padrón electoral, contar con credencial para votar, tener residencia efectiva en su distrito electoral, no menor a tres años anteriores al de la elección; mientras los diputados de representación proporcional deberán acreditar residencia efectiva en el Estado no menor a tres años y separarse del cargo noventa días antes de la elección.
En junio del 2014, cuando se aprobó la reelección en la entidad mexiquense, el PRD advirtió la necesidad de incluir la revocación del mandato, pero la propuesta no fue aceptada. Hoy esa figura es un pendiente y existe una deuda con los ciudadanos, pues si ediles y legisladores quieren reelegirse, también deben perder el miedo a someterse a evaluaciones, dar la cara e incluir la revocación del mandato en la ley.
******
Es una lástima que no se haya modificado el formato del debate entre las y los candidatos a la gubernatura mexiquense que se realizará este nueve de mayo, sobre todo porque 90 minutos son insuficientes para abordar los temas prioritarios del Estado de México, y todos van contra el tiempo. Ese ejercicio otra vez será rígido y con intervenciones breves.
******
A un mes de campaña, la guerra de encuestas genera expectativa, decepción y hasta incredulidad. La elección del 4 de junio está en el aire y al parecer será la más competitiva. Hay varios retos, entre ellos: promover la participación ciudadana.