Toluca, Edomex. 02 de marzo de 2017.- Hoy se conmemora el 193 aniversario de la fundación del Estado de México. En su oportunidad, el último evento del 2 de marzo del sexenio de Arturo Montiel, el entonces gobernador aprovechó la ceremonia cívica para lanzar su candidatura presidencial, que resultó fallida tras un escándalo de presunto enriquecimiento ilìcito. Seis años más tarde, Enrique Peña aprovechó el cumpleaños de la entidad para lanzarse en contra de las alianzas opositoras, y apuntalar su proyecto político que terminó por colocarlo en Los Pinos.
Hoy, Eruviel arriba a su último evento de aniversario con un priísmo sumido en el descrédito popular, con un desafío profundo en la elección venidera, con la imposición de un candidato que no es afín a sus intereses, y con una aspiración presidencial que se escurre entre los dedos. Eruviel, primero debe garantizar la permanencia del priísmo en la gubernatura. En su esperanza presidencial, Eruviel deberá esperar las reglas no escritas del PRI, porque hoy a diferencia de hace seis y doce años, el presidente del país es priísta, y particularmente mexiquense.
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En sus respectivas redes sociales, Aarón Urbina Bedolla y Darío Zacarías Capuchino anunciaron que solicitaron licencia a sus cargos como presidentes municipales de Tecámac y Acolman. Ambos, se especula, podrían sumarse a la campaña electoral de Alfredo del Mazo Maza.
Urbina, quien cumplía su cuarto periodo como alcalde de esa localidad, afirmó que ya no regresará a su responsabilidad. Su licencia es definitiva. Muy cercano al grupo político de Eruviel Ávila. Arrancó como priísta, luego fue panista, y reclutado a las filas del priísmo por Isidro Pastor, ese fue su vínculo con Eruviel. Aarón era un asistente más de las reuniones de gabinete de Eruviel. Su futuro aún incierto, podría desembocar en el gabinete de Eruviel o la campaña de Del Mazo.
Zacarías informó que su licencia se limita a 100 días. Era su segundo periodo como alcalde de Acolman. En 2009 fue diputado local. Y en 2012 se convirtió en diputado federal. Su futuro podría culminar en las actividades de la campaña delmacista.
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Alejandra del Moral ha comenzado a tomar el control político del priísmo mexiquense. La dirigente priísta ha dado un manotazo de autoridad frente a la contienda electoral que se avecina. En menos de una semana, se reunió con la nutrida estructura de delegados regionales, distritales y municipales para darles su espaldarazo. Más tarde, acudió a la reunión plenaria de los diputados locales, para articular puentes de entendimiento con sus liderazgos. Y para cerrar, reunió a todos los presidentes municipales priístas para mostrarles su apertura al diálogo y a la inclusión.
La novata dirigente priísta ha expuesto la dificultad de la elección. A diferencia de sus antecesores, no llega bajo el distractor de aspiraciones personales. Del Moral ha mostrado en privado, la necesidad de apretar el paso. Trae consigo un discurso de cero simulaciones. Eso sí, intenta trasmitir confianza, para expresar que a pesar de Andrés Manuel y Josefina -así lo comenta-, el priísmo conservará el poder político de la gubernatura. La clase gobernante es parte de la campaña.
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