Toluca, Edomex. 13 de febrero de 2017.- Enrique Jacob ya ha ido conformando su equipo de trabajo. En la víspera, el coordinador de la campaña delmacista designó a Luis René Martínez Souvervielle Gorozpe como responsable de planeación estratégica. Lo cierto es que Souvervielle Gorozpe tiene poca experiencia partidista. Tiene una escasa trayectoria como dirigente municipal del PRI en Naucalpan en la fallida campaña del hoy secretario de Salud, César Gómez Monge. Hoy, será responsable de planear el proselitismo de Del Mazo.

En los últimos años, Sovervielle Gorozpe se desempeñó como director de asuntos corporativos del Grupo Bimbo. Desde esa privilegiada posición era encargado de cabildear en el Congreso temas vinculados en la miscelánea fiscal. Apenas en octubre de 2015, Soverville regresó a la escena gubernamental como coordinador de asesores de Francisco Guzmán, jefe de oficina del presidente Peña Nieto. Y ahora es uno de los primero refuerzos en el equipo de Jacob. La campaña será sin duda dirigida desde Los Pinos.

Quien de plano ya se da por descartado en la campaña delmacista, es el actual dirigente estatal del PRI, Carlos Iriarte Mercado, que optó el sábado pasado por inaugurar una cancha de futbol en Naucalpan. Pese a su apuesta por asumirse indispensable tras haber formado parte de las campañas a la gubernatura de Enrique Peña y Eruviel Ávila, en el proyecto de Alfredo del Mazo es una pieza prescindible. Su prioridad ya no es el priísmo mexiquense.

Del Mazo Maza fortalece su equipo con la dinastocracia. El fin de semana, de visita por Valle de Bravo, estuvo arropado por Alfredo Baranda e Ignacio Pichardo, hijos de los exgobernadores del mismo nombre. Baranda, actualmente dirige la Fundación Colosio del PRI mexiquense; mientras que Pichardo funge por segunda ocasión como diputado federal. Los tres son parte de la élite política que distinguirá la campaña delmacista, incluida la campaña negativa o de contraste.

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Este lunes, están convocados a la sede nacional del PRD, todos los precandidatos a la gubernatura con una honda preocupación. De uno y otro bando han brotado las descalificaciones al borde de una fractura inexorable. Javier Salinas y Nueva Izquierda (NI) denuncia un día, y el otro también, que desde la dirigencia estatal perredista se está haciendo todo lo posible por favorecer a Juan Zepeda. Mientras que Zepeda y Alternativa Democrática Nacional (ADN) acusan a parte de la dirigencia nacional de cargar los dados para beneficio de Salinas, con la ayuda de Beatriz Mojica y Octavio Martínez.

En la encerrona de este lunes, se prevé que la dirigencia nacional perredista también analice el desistimiento de la alianza con el Partido del Trabajo, ante los dislates expresados públicamente por Óscar González Yáñez. La intención transita porque sea el PRD quien cancele la coalición. En tanto, Alejandra Barrales dejará sobre la mesa un mensaje contundente: el enemigo del perredismo está afuera, y no en la contienda interna.

El proceso de selección de candidato a gobernador se polariza y concentra en dos frentes: Juan Zepeda y ADN en contra de Javier Salinas y NI. Por su parte, Eduardo Neri, sigue alentado desde las oficinas de Pepe Manzur sin posibilidades reales de ganar más allá de los seccionales de Capulhuac. Max Correa de la Central Campesina Cardenista sólo tendrá una competencia testimonial para sus futuras generaciones.

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