Toluca, Edomex. 20 de octubre de 2016.- Los secretarios del gabinete peñista están de tiempo completo en el Estado de México, como enviados desde Los Pinos para la operación electoral del año entrante. Todos bajo la coordinación de Francisco Guzmán, jefe de oficina de presidencia, quien además es el responsable político de esa elección para el peñismo. Los secretarios bajarán en los próximos meses dádivas asistenciales, y un sinfín de programas económicos para territorio mexiquense. La prioridad se concentra en la elección de gobernador, y en otorgar un triunfo abrumador a la popularidad presidencial.
En Los Pinos, interpretan la elección del Estado de México como un plebiscito a la gestión peñista. En esa ecuación, están más ocupados en las diferentes secretarías por vigilar que la maquinaria electoral funcione. Por ahora, en el escritorio de Enrique Peña circulan diversos estudios de opinión y carpetas de escenarios electorales, pero todavía no es el tiempo del candidato. Si el PRI llega a la elección con una maquinaria fuerte, no tendrá preocupaciones aun cuando se pudiera consolidar una alianza opositora o una candidatura independiente.
El Estado de México se ha convertido en parte de la evaluación semanal del gabinete peñista, pero no precisamente por sus avances en programas de gobierno, sino por sus responsabilidades electorales. Cada secretaría de Estado, tiene atribuciones, facultades y acciones que desarrollar con miras a los comicios de 2017. El peñismo, desde Los Pinos, no quiere dejar nada al azar ni que toda la responsabilidad política recaiga en Eruviel. El PRI observa en la elección mexiquense a la madre de todas las batallas. Y la única opción para pensar en ganar la elección presidencial de 2018.
Eruviel Ávila tiene una presencia sólida, cada semana con al menos tres secretarios de estado que visitan el Estado de México. La proyección mediática por la asistencia del gabinete peñista no tiene precedente. A eso se suma, la gestión de recursos presupuestales para los proyectos de infraestructura, como nunca antes, para ser aplicados en pleno año electoral. Ávila tendrá los elementos políticos para la promoción electoral del año entrante.
El banderazo de salida, para la toma de decisiones del próximo candidato priísta será después del 15 de noviembre, una vez que se haya aprobado el proyecto presupuestal en San Lázaro, en la comisión que preside Alfredo del Mazo. El presidente, Enrique Peña todavía no toma una decisión, pero tampoco busca enrarecer el ungimiento en el cabildeo presupuestal. Con reales posibilidades, la baraja de candidatos se reduce a seis aspirantes: Alfredo, Carlos, Alfonso, Carolina, Ana Lilia y Ernesto. El resto, sólo son anhelos personales.
Los informes de los presidentes municipales se convertirán en una pasarela política de los aspirantes a la gubernatura. Los primeros cinco días de diciembre, serán para la agenda política, una oportunidad para acrecentar el posicionamiento electoral o la promoción personal de quienes buscan suceder a Eruviel Ávila. Ahí, el aplausómetro será determinante para decantar en gran medida la toma de decisiones del próximo candidato priísta. La intención es llegar al 15 de enero con candidato ungido públicamente.
Comentarios a contacto@archivo.planamayor.com.mx