Redacción
Ciudad de México 8 de mayo del 2016.- El Sistema Penitenciario del estado de México no resultó bien evaluado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en su Diagnostico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015. Las cárceles mexiquenses siguen sufriendo de hacinamiento en sus celdas, condiciones indignas para los reos y en algunos casos, enfrentan problemas de ingobernabilidad.
A pesar de que en los últimos años se ha mostrado una mejoría en la calificación de las cárceles mexiquenses, todavía resultan insuficientes los esfuerzos de la autoridad estatal para tener centros preventivos seguros, dignos, donde se respeten los derechos humanos y donde se logre la readaptación de los internos.
Para 2015, la CNDH calificó las cárceles mexiquenses con un 6.73, muy lejano del 8.2 que recibió Guanajuato e mejor evaluado. De los diez centros preventivos supervisados por la CNDH en el estado de México, en 9 hay problemas graves de sobrepoblación; cuatro están reprobados en estancias dignas; dos tiene problemas serios de gobernabilidad y dos más están reprobados en reinserción social.
De todos solo el de Cuautitlán tiene una calificación reprobatoria 5.62; ocho más pasan con calificaciones entre 6 y 7 y sólo la Penitenciaria Modelo de Neza alcanza un evaluación de de 8.5, considerada como óptima.
El penal más sobrepoblado del estado de México de acuerdo con la CNDH es el de Chalco, donde existe una capacidad instalada para atender de manera optima a 672 reos, pero a finales del 2015 existían 2mil 789, es decir, cuatro veces más su capacidad.
Otros con graves problemas de sobrepoblación son el de Barrientos, en Tlalnepantla, cuya capacidad es para mil 123 internos y tiene casi cuatro mil. El de Cuautitlán con capacidad para 476 y tiene mil mil 120 y el de Chiconautla, en Ecatepec, con capacidad para mil 937 y atiende a más de 4 mil 600 internos.
De acuerdo con las supervisiones hechas por la CNDH el penal de Chiconautla, en Ecatepec; el de Barrientos, en Tlalnepantla, el de Neza Bordo, el de Santiaguito, en Almoloya de Juárez; el de Cuautitlán; el de Valle de Bravo y el de Molino de los Flores, en Texcoco están reprobados en garantizar la integridad física y moral de los internos, sobre todo por los problemas de hacinamiento, insuficiencia de instalaciones necesarias para su funcionamiento y pocas condiciones de higiene.
En estancia digna están reprobados el de Chiconautla, Neza Bordo, Santiaguito y Cuautitlán, sobre todo por problemas de hacinamiento y falta de higiene, principalmente.
Reprobados en aspectos de gobernabilidad están Santiaguito, Cuautitlán y Neza Bordo, principalmente por falta de personal, detección de actividades ilícitas y de ejercicio de funciones de autoridad por parte de internos, entendido esto como co-gobierno. Los penales de Chalco, Barrientos y Chiconautla, también presentan esta problemática, aunque a menor escala.
En reinserción social están reprobados Cuautitlán y Valle de Bravo, pues carecen de programas de reintegración social, atención y tratamiento de adicciones y falta de personal.
La CNDH también constató deficiencias en alimentación en el penal de Molino de las Flores, en Texcoco; en Neza Bordo; Chiconautla y en Cuautitlán.