Toluca, Edomex. 9 de marzo de 2016.- Por si alguien dudaba de los afectos del presidente Enrique Peña Nieto hacia su primo Alfredo del Mazo Maza, ayer pudo confirmar que será uno de los aspirantes más sólidos a la gubernatura mexiquense. Alfredo asumió la presidencia de la Comisión de Presupuesto en San Lázaro, la de mayor reflector previo a los tiempos de definición del candidato del PRI a gobernador. Tendrá el control legislativo, financiero y presupuestal previo al año electoral de la tierra natal del peñismo y el Grupo Atlacomulco.
La designación de Alfredo incluso va en contra de la voluntad de Luis Videgaray, quien dominó esa posición desde 2012. El ungimiento de Del Mazo Maza no es casual, se da después del relegamiento de Ernesto Nemer a Profeco y del acelerado destape de Carolina Monroy. De un plumazo, se adelantó a todos los legisladores federales, incluidos Iriarte, Carolina y demás suspirantes que serán desplazados desde esa posición legislativa. Con una proyección singular, también se anticipa a aspirantes locales, Manzur y demás del gabinete estatal.
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María Elena López Barrera frustró su intento por convertirse en diputada local en septiembre pasado, pero no así sus aspiraciones por formar parte de la nómina del presupuesto público. A pesar de ser candidata a diputada plurinominal por el Partido Verde, la cuota de legisladores fue insuficiente y debió esperar casi seis meses para ser rescatada políticamente. Ayer fue nombrada como defensora municipal de Derechos Humanos. De esa forma, ahora ya es parte del Ayuntamiento de Toluca.
Malena López Barrera tiene escasa trayectoria política. Es hija de la senadora y exalcaldesa de Toluca, María Elena Barrera Tapia. Es también hermana de Francisco López Barrera, segundo síndico del Ayuntamiento de Toluca. Bajo el arropo de la exsecretaria de Salud estatal, los Barrera han ingresado a posiciones de privilegio en el Ayuntamiento de Toluca. Son parte de esa dinastocracia que reclama su derecho de sangre, y se han conformado en el mirreinato que domina la escena política actual.
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Un nuevo escándalo circunda la zona arqueológica de Valle de Bravo, en donde se ha revelado se pretende edificar un centro comercial financiado por Alejandro Martí. El hilo de la madeja ha comenzado a ser develado. Se han impuesto los intereses comerciales sobre el valor histórico de la región. El gobierno eruvielista hasta ahora ha sido omiso y permisivo. El escándalo puede ascender a escalas mayores por el daño arquitectónico y de dimensiones irreversibles.
En Valle de Bravo se concentra el principal atractivo turístico del actual mandatario, Eruviel Ávila. Se ha convertido en un polo de desarrollo de la última década. La plusvalía de la región puede imponerse a cualquier defensa de su valor histórico. El Estado de México otra vez como punto de referencia sobre tráfico de influencias, corrupción y conflicto de interés. Una nueva trama parece perseguir a la clase gobernante de la entidad.
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