Toluca, Edomex. 26 de enero de 2016.- Al menos unos cinco mil trabajadores han sido despedidos de las distintas administraciones municipales. Los Ayuntamientos mexiquenses se encuentran realizando esfuerzos inconmensurables por adelgazar la estructura orgánica y ajustar el gasto corriente. En paralelo, están alimentando una bomba de tiempo que puede resultar en una presión social insalvable para los alcaldes que han tomado la decisión de la rescisión laboral de miles y miles de trabajadores.
En el extremo de los escenarios, cientos de empleados ya renunciados, tendrán capacidad de acudir ante la Junta de Conciliación y Arbitraje para reclamar sus derechos por despido injustificado. Las consecuencias financieras pueden ser fatalistas, pues se estima que por cada 100 juicios, los municipios apenas si tienen la posibilidad de ganar en 5. Las resoluciones por despidos injustificados advierten que los Ayuntamientos deberán gastar miles y miles de pesos.
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Está documentada la participación de operadores políticos y electorales del priísmo mexiquense en la victoria de Ignacio Peralta por la gubernatura de Colima. El gobernador Eruviel Ávila ha aceitado lo suficiente la maquinaria, para mandar a la estructura electorera a las elecciones que parecen una prioridad en los comicios de junio: Hidalgo, Veracruz, Oaxaca y Puebla. Las primeras dos en poder del PRI, las otras en donde se impusieron las alianzas opositoras entre PAN y PRD.
Con esa maquinaria electoral, a la distancia, parece abrumador el reto que tiene la oposición para enfrentar las elecciones de gobernador del Estado de México que ocurrirá en junio de 2017. Con esas consideraciones, parece poco importar el candidato que imponga el PRI, porque de alguna forma tiene el triunfo en la bolsa. La principal característica que deberá tener el abanderado priísta a la gubernatura mexiquense es un personaje que logre concitar equilibrios entre los factores de decisión, como son exgobernadores, líderes sociales y hasta empresarios.
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Ayer hubo un largo “besamanos” en la Secretaría General de Gobierno que encabeza José Manzur Quiroga, quien cumplió años, y recibió las felicitaciones de alcaldes, diputados federales y locales, integrantes del gabinete y hasta secretarios federales. Manzur ha alimentado la idea de que en su escritorio se tomó la decisión a favor de muchos de los candidatos que hoy son gobernantes. Y desde esa circunstancia pretende alcanzar la candidatura a gobernador el año entrante, bajo la amenaza y el manotazo sobre el escritorio.
Manzur no camina solo en su aventura por buscar la sucesión de Eruviel Ávila. Lo acompañan su tutor político, Isidro Pastor. En el gabinete estatal también tiene como aliado a Arturo Osornio. A nivel municipal, cuenta con el respaldo de Aarón Urbina, alcalde de Tecámac. Se trata de un grupo político compacto, que sucumbió en 2005 en contra de Enrique Peña. De nueva cuenta se han aventurado en sus aspiraciones políticas y electorales. Su principal problema es la posible pérdida de piso de quienes los alientan.
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