Redacción
Nezahualcóyotl, Edomex, 11 de octubre del 2015.- Itzel Nayeli García Montaño, identificada como la mujer que atacó a por lo menos siete personas con un arma punzocortante en el municipio de Chimalhuacán, en septiembre pasado fue vinculada a proceso penal por una juez de control del penal de Neza Bordo, tras considerar que el ministerio público aportó elementos suficientes para presumir su probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado cometido con ventaja.
La muchacha, a la que se le impuso el mote de La Degolladora por sus ataques, también recibió su segunda imputación ahora por el delito de homicidio en grado de tentativa, caso por el cual se resolverá su situación jurídica el próximo miércoles.
Familiares de la joven de 20 años se manifestaron afuera de los juzgados del penal de Neza Bordo, donde se encuentra recluida desde el sábado pasado, y aseguraron que Itzel no es responsable de los ataques que se le imputan. Pidieron a las autoridades realizar una investigación seria para dar con la verdadera degolladora en Chimalhuacán.
Itzel Nayeli García Montaño fue detenida el jueves pasado en el municipio de Chimalhuacán, muy cerca de su domicilio, luego de varios días de que la autoridad la buscaba por su probable responsabilidad en diversos ataques con arma blanca a vecinos de ese municipio durante el mes de septiembre. En total, la mujer habría agredido a siete personas de las cuales dos perdieron al vida y cinco solo resultaron con lesiones producidas con un arma punzo cortante.
Las autoridades la buscaron casi dos semanas sin éxito. Su pareja sentimental la identificó como la responsable de los ataques y se dijo víctima de uno de los arranques de su novia, ocurrido el pasado 13 de septiembre.
En aquella ocasión, este chofer de una unidad del transporte público discutió con García Montaño a bordo de un camión tipo chimeco, y ahí le produjo heridas con el arma blanca.
Días después atacó a una mujer en el barrio de Curtidores en Chimalhuacán, a la que le provocó la muerte.
También atacó a un compañero de trabajo con quien vendía dulces en el Metro. De acuerdo con la Procuraduría, García Montaño reconoció haber perpetrado estos ataques, y justificó que los hizo bajo los influjos de solventes que había inhalado.