Toluca, Edomex. 26 de marzo de 2015.- Si debiera definirse el proyecto político y la tarea individual de actuación de Eruviel Ávila, nos deja en claro que se asemeja más a un populista que a un estadista. Forjado en la cultura de la dádiva, del asistencialismo y del reparto masivo de despensas, en las últimas semanas, el gobernador mexiquense se ha dedicado a entregar, donar y regalar por doquier. Los grupos más vulnerables, y algunos que no lo son tanto, como beneficiarios del despilfarro y el derroche que son herramienta efectiva de la coacción del voto, pero que son insuficientes para acabar con la pobreza.
Deliberadamente Eruviel promocionó su tercer informe de gobierno en todo el país, y está a punto de ser sancionado. Sin embargo, el castigo vendrá desde la Secretaría de la Contraloría y la Contraloría del Poder Legislativo, por lo que se puede advertir que todo será una simulación. Ávila buscó borrar el episodio, pero la firmeza de los consejeros electorales ratificaron castigar al mandatario y a cuatro funcionarios del área de Comunicación Social. El tema podrá ser zanjado en lo inmediato, pero exhibe los subterfugios que usan los gobernantes para permanecer, ampliar o influir en el poder público, al margen de la legalidad.
Atrás han quedado los fantasmas sobre una eventual defenestración para Eruviel Ávila como gobernador del Estado de México, una sospecha que siempre acompañó al mexiquense al cumplir dos años de mandato, que alentaron su posible separación del cargo sin la necesidad de convocar a nuevas elecciones y solamente nombrar un interino. Hoy las condiciones han variado, y Eruviel se alista para contar con elecciones exitosas, su principal carta de presentación rumbo a su cuarto informe de gobierno y la sucesión de la gubernatura dentro de un par de años.
Lo que más fortalece -paradójicamente- a Eruviel Ávila es la debilidad del gobierno peñista, entrampado por su falta de credibilidad, la crisis de gobernabilidad y la recesión económica que actualmente enfrenta. Si algo necesita ahora Peña Nieto es tener bastiones electorales donde desahogar su alta vulnerabilidad. No resulta casualidad que cuando Peña Nieto pierde en popularidad, la salida de escape sean las giras del mexiquense a su tierra natal. Desde aquí busca propagar su fuerza.
Por tanto, resulta muy explicable que Eruviel haya prescindido en menos de un mes del par de hombres de mayor confianza, cercanía y operación en su gobierno. La muy anticipada incorporación de Erasto Martínez y posible triunfo de Raymundo Martínez, advierte que hoy el originario de Ecatepec está en condiciones de influir en otros poderes, con un grupo político propio, que paulatinamente da muestras de su toma de decisiones. El espectro eruvielista ha cambiado sorpresivamente a su favor.
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