Redacción
Ixtapan de la Sal, Edomex. 22 de octubre de 2014.- Veinticuatro horas después de que el alcalde de Ixtapan de la Sal, Ignacio Ávila Navarrete se presentó voluntariamente a declarar ante el ministerio público federal, la Procuraduría General de la República (PGR) no ha determinado su situación jurídica.
El edil, permanece en las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada para la Investigación de la Delincuencia Organizada (Seido) donde está siendo sometido a interrogatorios sobre la presunta protección que otorgaba la policía de este municipio del sur mexiquense, a grupos criminales como los Guerreros Unidos.
En el ayuntamiento de Ixtapan de la Sal reina la incertidumbre. Ni el síndico, ni el secretario del ayuntamiento ni mucho menos los regidores saben qué hacer. Sólo han girado instrucciones para que las áreas operativas y de atención al público permanezcan brindando un servicio.
A nadie se le ha informado de la situación legal que enfrenta el alcalde, pues tras acudir a la SEIDO a rendir su declaración en calidad de testigo en la averiguación previa que se inició contra su policía por brindar protección a grupos criminales, éste no ha salido, lo que ha generado especulaciones de que ya se encuentra detenido.
Ninguna autoridad federal habló sobre la situación del edil de Ixtapan.
Los policías que fueron desarmados el domingo por el Ejército siguen en el municipio. No hay indicios de que los vayan a regresar a Tlaxcala por más exámenes o capacitación.
Todos los uniformados recibieron la orden de presentarse diariamente a las siete de la mañana para el pase de lista. De los 81 efectivos que conforman la corporación sólo uno ha faltado los dos días al pase de lista. Se presume que desertó. Era de los elementos más cercanos al comandante Efraín Pedroza, director de seguridad municipal, y Marco Antonio Álvarez Guadarrama, subdirector de seguridad, ahora detenidos en la SEIDO.