Redacción
Distrito Federal. 15 de septiembre de 2014.- La Arquidiócesis de México exhortó al Gobierno de la República que la construcción del Aeropuerto en Texcoco “no (sea) beneficio exclusivo de los grupos acostumbrados a llenar sus arcas y bolsas con estos megaproyectos”.
“El superaeropuerto debería empezar con la garantía de la presente administración para que cada peso se cuente bien, impoluto y a salvo de la corrupción rampante del país, una promesa aún pendiente para ponerle fin en todos los niveles gubernamentales; de no ser así, la viabilidad de la obra épica estará afectada seriamente por la duda y desconfianza ciudadanas”, expone el posicionamiento de la Iglesia católica.
A través de la editorial “Superaeropuerto, la obra épica” que publicó este domingo en el semanario Desde la Fe advierte que la edificación del Aeropuerto “es el primer esfuerzo para resolver las deudas del pasado donde los responsables fueron omisos de una visión de largo plazo, desviando inversiones y dilapidando recursos”.
Sin embargo, establece que la terminal aérea en Texcoco “quiere ser una palanca del desarrollo, su construcción deberá ceñirse a los más estrictos criterios de transparencia. La ciudadanía estará atenta a lo que viene, a la asignación imparcial y costos de las licitaciones, y velará por el respeto de los derechos fundamentales de quienes podrían ser afectados”.
En el mismo documento, señala que “México llegó tarde al desarrollo de infraestructura vanguardista. Resultado de la crisis, malos manejos económicos privatizaciones, negligencia política e inseguridad, los ferrocarriles, carreteras, aeropuertos y puertos parecen paralizados en un país urgido de dinamismo”.
La publicación establece que como consecuencia de las 11 reformas estructurales, el gobierno del Presidente de la República apuesta por la generación de riqueza que traería beneficios para el país. Sin embargo, criticó que en gobiernos anteriores “las obras faraónicas de impronta sexenal” han tenido detrás acusaciones de “corrupción e inutilidad”.
Enumeró la construcción de “monumentos dedicados al Bicentenario levantados con recursos mayores a los estimados, terminales aeroportuarias a punto del colapso, bibliotecas que son auténticos elefantes blancos; autopistas mal diseñadas, presumidas y vendidas como de clase internacional, o líneas del metro, nombradas con el mote de “La Dorada”, cuyo desastre estructural pudo asesinar a miles de usuarios”.
Por último, considera que si ocurre con las reformas lo que ha dicho el gobierno de Enrique Peña Nieto; más inversiones, entonces “es necesario modernizar la infraestructura a lo largo y ancho del territorio nacional y superar la centralización”.