Toluca, Edomex. 14 de mayo de 2014.- La reaparición pública de Arturo Montiel en los recientes partidos del Toluca no debe echarse en saco roto. El exgobernador del Estado de México siempre influyente no ha vuelto a escena por mera casualidad. Cuando las aguas turbulentas pretenden descarrilar el gobierno de Eruviel Ávila, el cálculo político de Montiel se hizo presente en la tribuna de la Bombonera, en los cotejos de cuartos de final y la semifinal. Siguiendo los pasos del tutor, también apareció entre los aficionados el propio Eruviel, y eso debe leerse desde todos los ángulos posibles en la víspera electoral.
Montiel hoy tiene una amplia baraja de pupilos, formados políticamente bajo su mandato, que son influyentes en el gobierno federal y estatal. Pero no se debe descartar que se pretenda hacer presente en las definiciones políticas y electorales del año entrante. Ahí en el espacio público donde se renovarán alcaldías, diputados federales y locales, el originario de Atlacomulco querrá tener voz y voto. Y no habrá quien le cierre el paso, Eruviel y Peña le deben lealtad política absoluta, porque simplemente provienen del mismo árbol genealógico.
Pese a su defenestración en octubre de 2005, Arturo jamás ha dejado de hacer política. Su grupo está presente, y aunque disperso, concita intereses cuando de cerrar filas se trata. El siguiente paso es la renovación de cuadros, que consiste en empujar a políticos jóvenes ligados a sus cuadros ya consolidados, pero con una característica fundamental, su identificación con el montielismo. Un proyecto de gobierno que arrancó en 1999 pero que simplemente no tiene punto final.
No hay que perder de vista al menos tres alcaldes de hechura montielista que el año entrante terminarán su mandato. Se trata de Carlos Iriarte en Huixquilucan, Martha Hilda González en Toluca y Carolina Monroy en Metepec. La tripleta podría sumarse al gabinete federal o estatal, según las circunstancias políticas que mejor convengan a sus intereses personales, y de grupo. Aunque no se descarta puedan apostar por continuar con la carrera electoral, y buscar colarse en algún cargo legislativo, ya sea federal o local.
——————–
Viajar por la carretera México – Toluca es un verdadero suplicio. Tiro por viaje ocurren accidentes automovilísticos que colapsan la circulación en dicho tramo carretero, o bien, no falta las obras de reencarpetamiento que hacen una fila interminable de vehículos porque las tareas se realizan de día. Hasta parece complot para legitimar las acciones de infraestructura que muy pronto, en este año, se iniciarán en la conexión entre la capital mexiquense y la capital del país.
Resulta impensable las dificultades que enfrentarán los viajeros frecuentes de Toluca al Distrito Federal y viceversa, ahora que comiencen por un lado la construcción del segundo piso de dicha carretera, y a eso se deberá sumar, los trabajos del Tren México – Toluca, que se prolongará por más de tres años, y que sin duda, abonará a hacer más caótica la circulación de escasos 60 kilómetros.
Comentarios a planamayor.edomex@gmail.com