Redacción

El operativo de la Marina Armada de México inició desde muy temprano. Alrededor de las cuatro de la mañana rodearon la zona de condominios llamada “Miramar”, ubicados sobre la Avenida del Mar, en Mazatlán, Sinaloa.

Efectivos de la Secretaría de Marina ingresaron al edificio, donde lograron la captura del líder del Cártel de Sinaloa, en el cuarto piso del inmueble, en el departamento marcado con el número 401. Posteriormente catearon otros tres cuartos.

En la habitación ocupada por Guzmán Loera, fueron encontrados sobre la cama medicamentos para males estomacales y artículos de higiene femenina, en el piso había bolsas con camisetas de la marca Calvin Klein y pantalones de mezclilla.

En un operativo desarrollado durante ya varios días, y sin soltar siquiera un solo tiro, las autoridades federales lograron la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien llevaba 13 años prófugo de la justicia, tras su escape del penal de máxima seguridad de Puente Grande el 19 de enero de 2001.

Desde entonces, un juez federal giró dos órdenes de reaprehensión por evasión de la justicia, adicionalmente cuenta con otras seis órdenes de captura por los delitos de delincuencia organizada y contra la salud cometidos entre 2001 y 2014.

Guzmán Loera fue detenido por primera ocasión el 9 junio de 1993, y durante su tiempo en prisión purgó siete años de la condena de 20 años nueve meses impuesta por los delitos de asociación delictuosa, cohecho y contra la salud.

No obstante, ahora deberá purgar los 13 años nueve meses de su primera condena más enfrentar los nuevos procesos penales por los actos delictivos que le imputan las autoridades federales.

Hasta antes de su detención, la PGR ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos y la DEA por cinco millones de dólares por la captura de “El Chapo”, líder del cártel de Sinaloa, considerado una de las organizaciones criminales más poderosas en México.

En Estados Unidos, particularmente en la ciudad de Chicago, Guzmán Loera wa considerado el enemigo público número 1, buscado por su participación en el tráfico internacional de drogas y acusado de utilizar a esa ciudad como su centro de distribución de drogas hacia el Medio Oeste norteamericano.

Reportes de inteligencia detallan que “El Chapo” habría traficado entre 1,500 y 2,000 kilogramos de cocaína cada mes a través de Chicago.

Hasta el momento, la PGR no ha recibido ninguna petición de extradición por parte del gobierno de EU, ni tampoco tenía alguna pendiente al momento de su fuga.