Gabriel O´Shea Cuevas es desde ayer el comisionado federal de Salud para el estado de Michoacán. El exsecretario de salud mexiquense, acompañará a Alfredo Castillo en el esfuerzo del gobierno federal por recuperar la tranquilidad en tierras michoacanas. La titular de Salud, Mercedes Juan López, determinó que sea O´Shea el encargado de dar seguimiento al desarrollo de infraestructura hospitalaria anunciado por Enrique Peña el martes pasado.
Al paso que van, dentro de unas semanas el gabinete de Peña cuando fue gobernador despachará en Morelia, y desplazará de facto al gobierno que encabeza el priísta, Fausto Vallejo Figueroa. Anote cuántos subsecretarios “mexiquenses” se suman a la reconstrucción de Michoacán, pero sobretodo, se deberán valorar sus resultados en el Estado de México, para saber qué se puede esperar de su desempeño en la Tierra Caliente. ¡Arrancan!
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El cierre de “giros rojos” por parte de la Profeco en el mes de diciembre por supuestamente violar disposiciones comerciales sólo fue una coartada. El plan de clausurar temporalmente los “antros” ubicados en Toluca, Metepec y San Mateo Atenco tenía como finalidad mostrar una cara distinta y amable a las autoridades de Estados Unidos y Canadá, previa a la visita de Barack Obama y Stephen Harper. Los lugares serán reabiertos a finales del mes de febrero.
Se trata de un maquillaje mayúsculo el que están haciendo con Toluca y sus alrededores. Pavimentación de calles, pinta de marquesinas, bardas y casas descuidadas, amplia seguridad policíaca. Por eso prolifera la broma de que Obama se quede a vivir en Toluca, y las autoridades se pongan a hacer su chamba, luego de tantos años que han tenido en el abandono a la capital.
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Una honda preocupación asiste a las autoridades mexiquenses. Frente a las detenciones de criminales de alta peligrosidad en Michoacán, estos podrían ser encarcelados en cascada en el penal de máxima seguridad ubicado en Almoloya de Juárez. La situación se ve como una alerta, en tanto que familiares y abogados de los presos tendrían como lugar de residencia, la capital del estado y sus cercanías, y con ello desatar aún más la violencia.
Ese fenómeno, no es nuevo para el Estado de México, pues entre 1997 y 2004, cuando narcotraficantes como Joaquín El Chapo Guzmán y Osiel Cárdenas, fueron encarcelados en Almoloya de Juárez, la criminalidad se elevó en la zona del Valle de Toluca, derivado de ejecuciones en agravio de defensores de narcotraficantes o de familiares que habían decidido vivir muy cerca de la cárcel federal. Los ciclos parecen repetirse pero en círculos viciosos.