Redacción
Derivado de la violencia generada en las últimas horas por integrantes de la delincuencia organizada en la entidad vecina de Michoacán obligaron al Ejército Mexicano, la Marina Armada de México y el gobierno mexiquense a implementar un operativo para sellar los accesos a esta entidad, para evitar que la criminalidad se desborde hacia este territorio.
La titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del estado de México, Rocío Alonso Ríos, confirmó ayer que se activó una alarma ante los hechos registrados en Michoacán con la quema de autobuses y los narcobloqueos, como medida de presión de los grupos criminales en contra de las llamadas autodefensas.
Alonso Ríos mencionó que a la zona limítrofe entre el Estado de México y Michoacán se han desplegado cientos de elementos de la policía estatal, que de manera coordinada trabajan con efectivos del Ejército y la Marina para impedir el paso de la violencia a municipios mexiquenses.
Al menos una decena de municipios del Estado de México colindan con Michoacán y varios de ellos delimitan con la región de tierra caliente, donde el clima de violencia se ha agudizado en los últimos años.
Por este motivo, se han colocado ya puestos de control en las carreteras que unen a las dos entidades, entre ellas la carretera federal de Acambay-Amalco; la autopista Atlacomulco-Temascalcingo- Maravatio; la que une a San Felipe de Progreso con Angangueo; la de Villa de Allende-Zitácuaro; la vía Otzoloapan -San Martín, además de la Luvianos –Pungaracho y la que conecta con Tuxpan, Michoacán.
También se mantiene vigilancia a una serie de brechas ubicadas en la zona serrana que divide a ambas entidades y que frecuentemente son utilizadas por los grupos criminales para saltar de un lugar a otro sin ser molestados por la autoridad.
En los puestos de control los vehículos son sometidos a revisiones minuciosas para identificar que no se viaje con armas y algún elemento ilegal, dijo la funcionaria, quien reveló que en el último mes, se han puesto a disposición del ministerio público unas 200 personas por portación de elementos prohibidos.
La Marina y el Ejército han colaborado con el patrullaje aéreo para tener mayor control de lo que sucede en la franja limítrofe. Las labores son coordinadas a través de las Bases de Operación Mixta (BOM) ubicadas en el sur de la entidad en las que participan elementos del Ejército, la Marina Armada de México, la Policía Federal y la Secretaría de Seguridad Ciudadana.