Redacción

La historia se repite. El cadáver de Paula Fernanda Coria estuvo en el Servicio Médico Forense casi cuatro semanas. Durante ese lapso, su familia realizó una intensa búsqueda para dar con su paradero. Recurrió a las redes sociales pero no tuvieron éxito. Las autoridades tampoco la encontraron.

Fue hasta la semana pasada cuando se hizo una revisión donde se encontró un cuerpo con las características de esta joven de 19 años desaparecida en Lerma.

La última vez que la vieron fue en el centro de Lerma, donde estuvo con algunas amigas de la escuela el mediodía del pasado 24 de julio. Se despidió y caminó por la plaza principal con rumbo a su casa. Pero a su hogar nunca llegó. Existen versiones de que la vieron platicando con un hombre cerca del kiosco, pero nadie pudo confirmar el hecho.

La familia de la muchacha denunció la desaparición, pero como ya es costumbre en el ministerio público le pidieron 72 horas para poder iniciar la carpeta de investigación, pese a que existe un protocolo de actuación que ordena iniciar el trabajo de búsqueda de inmediato.

Pasaron los días y no se supo nada de ella. La Procuraduría tampoco registraba avances. Fue entonces que se recurrió a las redes sociales. Montaron campañas para pedir apoyo para la localización de Paula Fernanda. Luego convocaron a una marcha para exigir a las autoridades dar con el paradero.

Fue la protesta la que detonó que la Procuraduría de justicia intensificara la búsqueda. Como ocurrió con el caso del menor Carlos Eduardo Martínez, se ordenó una nueva búsqueda en el Servicio Médico Forense, donde los resultados fueron positivos.  Se encontró un cadáver con características muy similares a las de Paula Fernanda.

El cadáver había sido levantado en Malinalco, seis días después de que fue reportada como desaparecida. Su cuerpo nadie lo reclamó y tampoco se pudo establecer su identidad por pruebas periciales. Así se mandó al área de desconocidos.

El miércoles pasado se confirmó que era Paula Fernanda. El jueves entregaron el cadáver  y la familia le dio sepultura. A la fecha no se sabe quién la mató, cómo y porqué. La procuraduría asegura tener  la investigación muy avanzada y espera en días resolver el caso.

La situación que se vivió con Fernanda, ya había ocurrido en dos casos más, donde a pesar de existir una búsqueda institucional para dar con un desaparecido, resulta que finalmente son encontradas en la morgue de la propia Procuraduría

Pasó con Bárbara Reyes, quien  desapareció en 2011 y fue hasta finales del año pasado, casi un año y medio después, de que la Procuraduría se enteró de que la persona a la que buscaba y por la que ofrecía una recompensa de 300 mil pesos, se encontraba en el Semefo desde finales del 2011, tres meses después de su desaparición.

También con Carlos Eduardo Martínez González fue secuestrado el 14 de febrero. Durante seis meses su padre lo buscó y suplicó a la Procuraduría dar con su hijo. Hace 15 días su cuerpo fue localizado en el Semefo donde estuvo desde finales de febrero pasado. Seis meses estuvo en la morgue en calidad de desconocido.