Redacción

La desaparición de un joven que fue detenido por elementos de la Marina Armada de México –junto con cinco hombres más– la madrugada del domingo en la cabecera municipal de Luvianos, detonó una protesta social que paralizó a gran parte de la zona sur del estado este lunes.

Desde el domingo, más de 150 pobladores de Luvianos mantienen sitiado el acceso principal al destacamento de la Marina Armada de México, ubicado en el predio del recinto ferial de la localidad,  en demanda de que liberen a José Juan Castrejón, de 30 años, quien fue el único de los seis aprehendidos al interior de un bar del centro del municipio, que no regresó a su hogar, y no se tienen noticias sobre su paradero. Los familiares y amigos temen se trate de una desaparición forzada.

Los pobladores de Luvianos aprovecharon el descontento que ha provocado la presencia de la Marina en los municipios de la región de Tierra Caliente, y así taxistas y transportistas de carga se unieron a la protesta, por  “los abusos” cometidos por la Armada de México en operativos y cateos que realizan en los municipios de Tejupilco, Ametepec, Luvianos, Tlatlaya y Zacazonapan, entre otros, donde detienen a gente y la sacan de su domicilio con violencia para someterla a largos y violentos interrogatorios.

Además de  la protesta frente a las instalaciones del regimiento provisional de la Marina, se realizaron bloqueos en carretera Toluca- Altamirano: el primero en el kilómetro 94, justo en la glorieta de entrada a Tejupilco, donde se colocaron camiones y taxistas impidiendo el paso; el segundo se ubicó en el kilómetro 114, justo a la entrada a la cabecera municipal de Luvianos.

Todo esto, impidió el tránsito de decenas de camiones que surten productos en la zona sur del estado de México y algunas regiones de Guerrero. Varios autos particulares también quedaron varados.

Los habitantes de Luvianos no sólo demandaron la devolución con vida del joven José Juan Castrejón, sino exigen la salida de la Marina de esta zona, que llegó en febrero al sur del estado, ante la creciente actividad de grupos del narcotráfico.

La inconformidad surgió la madrugada del domingo, cuando  un comando de más de 40 marinos encapuchados, entraron con violencia al bar “La Parrilla”, ubicado en pleno centro de Luvianos.  De ahí, los marinos sacaron a seis hombres con lujo de violencia, entre ellos el dueño del bar y un menor de edad.

Durante horas no se supo nada de los detenidos, comentó un familiar de los detenidos. Fue hasta las 10 de la mañana del domingo cuando se nos dio aviso que localizaron en un paraje de Tejupilco a cinco de los seis que se llevaron, con signos de haber recibido una golpiza. Sólo faltaba José Juan Castrejón.

Las víctimas de la detención relataron que los marinos los habían torturado con golpes en las costillas y  cables con electricidad en los genitales para sacarles información acerca de los grupos del crimen organizado que operan en la zona, aun cuando no tienen nada que ver.

“Tememos que hayan matado al otro muchacho –José Juan Castrejón–, porque no nos dicen qué pasó con él. Los cinco detenidos, nos comentan que a José Juan le cargaron la mano, y por ahí lo pudieron haber matado”, expresaron inconformes durante el plantón frente al regimiento de la Marina.

“Queremos que lo presenten y no nos vamos a mover de aquí hasta no saber qué paso con él”, gritaban frente a la puerta del destacamento.

Por la noche corrió la versión de que José Juan Castejón había sido remitido a Toluca y entregado al ministerio público, pero los pobladores aseguraron que hasta no tener certeza de cómo se encuentra y dónde se localiza, levantarán los bloqueos.