Erasto Martínez, el hombre consentido del gobernador, tiene los ojos encima por el escandaloso endeudamiento acumulado en el primer año de gobierno de Eruviel Ávila. La cuenta pública de 2012, que implican los primeros doce meses completos de administración eruvielista, desnuda un aumento de cuatro mil millones de pesos en la deuda mexiquense. Incluyen en la sospecha un año electoral, poca infraestructura visible y una vuelta al pasado de finanzas opacas e irresponsables.
Al paso que va, y con las cifras que comienza, Eruviel y Erasto podrían competir dentro de cinco años con Humberto Moreira y el endeudamiento de Coahuila, que le costó su defenestración política. Ese historial simplemente no le conviene al priísmo que pretende instaurar Enrique Peña de cero déficit, y del manejo de finanzas responsables. La gran incógnita es, ¿dónde quedaron esos cuatro mil millones de pesos que no se ven reflejados en la entidad?
La oposición, aunque muy raquítica en números, tiene elementos suficientes para convertirse en un contrapeso político que exija cuentas claras. Éste es el momento propicio para demostrar –incluso al interior de sus partidos políticos- que los liderazgos de Ulises Ramírez en el PAN y Héctor Bautista en el PRD, son lo suficientemente responsables con su militancia y con sus electores. La actitud sumisa, acomodaticia y ramplona que les caracteriza, será puesta a prueba.
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Un espectáculo deplorable repitieron los perredistas, ahora en Ecatepec, donde integrantes de dos tribus que pelean por el control del partido, fueron capaces de llegar hasta los golpes para dirimir sus diferencias. Lo más lamentable es que una mujer haya resultado agredida en esta disputa irracional por el poder, pero el colmo es que se trató de Xóchitl Arriazola, diputada local, y víctima de la gresca entre los grupos que protagonizaron la trifulca.
Los hechos ocurrieron el viernes, cuando Fernando Martínez Vargas, hermano del presidente de la diputación permanente, el perredista Octavio Martínez, volvió a dar de qué hablar. Para los hermanos Martínez, Ecatepec es territorio propio, y simplemente, no les gustó que integrantes de la corriente de Alternativa Democrática Nacional (ADN), fueran al bastión de Nueva Izquierda (NI) para afiliar a simpatizantes. Ese fue motivo de encono y pleito.
Cómo no le hicieron caso de que se fueran a otro lado, Fernando Martínez y un grupo de inadaptados arremetieron a golpes contra la diputada y Osmar León, un viejo operador político de ADN y actualmente secretario de organización del Comité Ejecutivo Estatal. El asunto terminó en las oficinas del ministerio público, acusándose unos a otros. Y así quieren que la gente confíe en ellos.
