Redacción
Los 125 presidentes municipales ya recibieron las primeras ministraciones del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los estados y el Distrito Federal (FASP) que autorizó el Congreso de la Unión en diciembre pasado al aprobar el paquete fiscal para este año.
De los 612 millones y medio de pesos que corresponden al Estado de México por esta partida federal, los Ayuntamientos accederán a 122 millones y medio de pesos, que se los distribuirán en 8 mensualidades de febrero a septiembre próximo.
La semana pasada, la Secretaría de Finanzas publicó la cantidad asignada a cada ayuntamiento en esta partida, de acuerdo con su densidad poblacional, el aspecto territorial y el número de averiguaciones previas que se inició por la comisión de delitos en cada una de las demarcaciones.
De esta forma, Ecatepec, el municipio más poblado del estado, y el de mayor incidencia delictiva acapara, por sí sólo más de 8.5 por ciento de los recursos, que deberán ser aplicados en mejorar la infraestructura en seguridad pública o en el mejoramiento de las condiciones laborales.
A Ecatepec, quien acaba de firmar un contrato con la asegurada AXA para reembolsar hasta mil pesos, a las víctimas de robo en el municipio, se le asignaron 10 millones y medio de pesos. Le sigue Nezahualcóyotl, uno de los cuatro municipios que se han negado a firmar el acuerdo de adhesión al mando único policial en el estado, le corresponden seis millones 623 mil pesos.
A Naucalpan, uno de los municipios con menor solvencia económica -producto de las deudas adquiridas en el trienio anterior-, se le asignaron cinco millones y medio de pesos.
Toluca, ahora asolado por la inseguridad y las ejecuciones, le corresponden seis millones de pesos, a Chimalhuacán – gobernado por el movimiento antorchista— le darán tres millones 150 mil pesos y a Ixtapaluca, dos millones 867 mil pesos.
El panista Atizapán de Zaragoza, será también de los privilegiados ya que tendrá a su disposición dos millones 858 mil, por dos millones 722 mil de Tultitlán y los casi dos millones asignados a Valle de Chalco, uno de los municipios con mayor índice de homicidios dolosos.
Llama la atención Almoloya de Juárez que alcanzó más de un millón de pesos de esta partida, gracias a su extensión territorial, cifra similar a la asignada a Zinacantepec, ahora convertido en un tiradero de cadáveres.
Luvianos, en el sur del estado también alcanzó poco más de un millón de pesos, debido a la gran cantidad de ejecuciones que se han registrado en su territorio, pero contrasta con los 240 mil asignados a Zacazonapan, con menos de 12 policías y tres patrullas, donde los grupos criminales han protagonizado sus últimos enfrentamientos y Otzoloapan, que alcanzó los 320 mil, también asolado por el crimen organizado.