Jesús Alcántara Núñez es sin duda uno de los hombres más cercanos a Enrique Peña Nieto. Se convirtió durante el sexenio del mexiquense en su brazo político y operador electoral de confianza. Comandó las huestes de la antes denominada Fuerza Mexiquense, para apoyar con sus ejecutores elecciones en Yucatán, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas, que estaban en poder de la oposición, pero que fueron recuperados para la causa priísta.
Alcántara fue diputado local suplente de Enrique Peña en 2003 por Atlacomulco. En 2010, convocó a la clase política del país, para respaldar a Peña en su aspiración presidencial con la denominada Expresión Política Nacional (EPN). Sin embargo, tras sopesar sus fortalezas y sus debilidades, la cercanía de Alcántara quedó reducida al nombramiento de director de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (CORETT).
A propósito de los nombramientos en el gabinete peñista, llama la atención la designación de Raúl Cremoux como director general del Canal 22, quien durante el sexenio del hoy Presidente de México tenía un programa televisivo en la barra de opinión de Televisión Mexiquense. Cremoux fue despedido como parte de la renovación emprendida por el hoy mandatario Eruviel Ávila, pero Peña tal parece que ha comenzado a rescatar los agravios cometidos por el ecatepense. Cremoux pues, cayó para arriba.
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El PRI se carcajea. Mientras el PAN y PRD se resquebrajan y disputan las migajas que les ha dejado la derrota electoral del año pasado, el PRI ya se puede sentir ganador. En el Estado de México, el priísmo puede saberse que no es per se el mejor partido, ni la mejor opción, pero saliendo unido le basta para saborearse desde ahora una eminente victoria en los comicios intermedios de 2015 cuando se renueven municipios y legislatura local.
En el PAN todavía no se recuperan de la disminución drástica de su padrón, pero los arrebatos por su control político los ha rebasado. El Yunque pretende recuperar el dominio de un partido que vieron crecer, pero que les fue arrebatado por neopanistas como Ulises Ramírez. Lo que está en juego no es la doctrina del partido, muy por el contrario, de lo que se trata es una rebatinga por las prerrogativas y las muy lejanas candidaturas de 2015.
En el PRD lo peor está por venir. El surgimiento de MORENA de López Obrador los tiene preocupados, pero no se ve que estén ocupados. La desbandada es muy posible, frente a las tribus conformadas en el partido del sol azteca, y la marginación de cuadros que hacen fila para ser candidatos y la oportunidad nunca llegó. Sin embargo, el autoexilio de la izquierda en el “morenaje” no garantiza que libren las muy viejas y malas prácticas que han aquejado al perredismo.