Algo raro ocurre en el gabinete de Eruviel Ávila. Hay secretarios que tienen una alta exposición. Ahí está el caso de Raymundo Martínez Carbajal, que pese a sus desatinos en la entrega de útiles escolares, es uno de los funcionarios más promocionados y exhibidos en la administración. Es bien sabido que Raymundo es uno de los hombres consentidos de Eruviel, y así lo deja saber en muchos eventos junto al mandatario, o hasta en peleas de box que se televisan en cadena nacional, y que se efectúan en el célebre Ecatepec.
El contraste lo tiene Erasto Martínez. Ya pasaron 70 días de que fue designado secretario de Finanzas y lo suyo, lo suyo, es el bajo perfil. Ausente de los eventos cívicos más relevantes. Erasto también se desvanece de reuniones con tesoreros municipales. Muy cuidado para no ser exhibido. El originario de Oaxaca y adoptado por Ecatepec, permanece debajo de su escritorio para evitar el ajetreo de la opinión pública. Sin dar entrevistas, ni aparecer en público. Le gusta mecer la cuna sin que se vea la mano con que lo hace.
Lo cierto es que muchos advierten que la estrategia de la comunicación política de Eruviel es centralista, se erige sobre la figura del gobernador. Exhibe un grisáceo desempeño de sus colaboradores. Muchos en el propio gobierno desconocen los nombres de los secretarios del gabinete. Eruviel es amo y señor en la difusión y envío de comunicados. Nadie a la sombra, y él como centro del gobierno mexiquense. Él es protagonista único del nuevo melodrama que ya se escribe en la entidad por otros seis años.
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Si no ocurren mayores sorpresas este martes habrá reforma laboral. Luego de los desatinos de Emilio Gamboa, y que le debieron corregir la plana desde la oficina de Enrique Peña, todo saldrá adelante. Beltrones se ha erigido como el único interlocutor válido del Poder Legislativo hacia el próximo Presidente. A don Emilio le ganó hace unas semanas el protagonismo, y se fue de bruces. En tanto, Don Beltrone ha mostrado oficio, experiencia, pulso, y sacó adelante lo que se ordenó desde la oficina peñista para empezar con el pago de facturas.
Pero que nadie lo dude. Beltrones venderá caro su amor. Él no quiere estar en el gabinete, porque le gusta hacerse indispensable desde San Lázaro. Desde ahí fungirá como un vicepresidente de facto. Al sonorense le interesa ganar posiciones en el gabinete peñista. Por ahí es que Enrique Peña deberá comenzar con la apertura de espacios, y muchos mexiquenses se quedarán con las ganas de despachar en Los Pinos. Nadie pierda de vista la operación de Manlio Fabio en las semanas por venir.
Beatriz Paredes anda muy calladita. La ex dirigente del PRI también logrará al menos tres posiciones importantes en el próximo gabinete. Aunque no hay oficinas definidas para su causa, hay hombres que defenderá a ultranza. La propia Paredes buscará colarse en la lista final, junto con Jorge Carlos Ramírez Marín y Sebastián Lerdo de Tejada. Los tres fueron diputados federales en la pasada legislatura con amplios resultados, más allá de simples levanta dedos.
