Toluca, Edomex; 9 de noviembre de 2020.- El viernes pasado, el Consejo General del INE aprobó ordenar a los partidos políticos postular solo candidatas mujeres en 7 de las 15 gubernaturas que se disputarán el próximo año. El objetivo es que, eventualmente, 16 de las 32 entidades federativas sean gobernadas por mujeres, como establece la reforma de “Igualdad en Todo” aprobada en 2019. Y eso abre la puerta para las mujeres que aspiren a gubernaturas durante los próximos cuatro años, incluido el Estado de México.
Una decena de mujeres mexiquenses buscarán aparecer en las boletas electorales del año próximo, que les permita mantenerse vigentes en la escena política por dos años. Lo cierto es que, en esa ambición electoral, quien pierda en las urnas, deberá despedirse de sus aspiraciones futuras. En 2023, se renovarán las gubernaturas del Estado de México, Coahuila y Nayarit, y al menos una candidatura será para una mujer. En el priísmo, parece decidido que sea en el estado costero, porque Del Mazo y Riquelme juegan con delfines hombres.
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Higinio Martínez y Horacio Duarte están en lo suyo. La elección del año entrante será una estrategia común. Entre ambos, apoyarán a sus alfiles que pretenden la reelección en el Estado de México. Su propósito es apoderarse de las alcaldías y diputaciones hacia 2023. Por ahora, caminarán unidos, y cuando llegue el momento de las definiciones, lo importante será que el próximo candidato a gobernador sea originario de Texcoco, y su nombre empiece con H.
El fin de semana, Higinio y Horacio se reunieron en el Valle de Toluca con los alcaldes morenistas de la región: Juan Rodolfo Sánchez, Gabriela Gamboa, Luis Maya y Gerardo Nava, además del sureño Anthony Domínguez, entre otros. Todos aspiran a la elección consecutiva. El Grupo de Acción Política (GAP) evalúa quiénes tienen condiciones de ganar en 2021. Y buscan repetir la hazaña de hace un par de año, triunfar en 58 municipios con candidatos propios.
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Una mala y una peor. Con el triunfo del demócrata, Joe Biden, es casi un hecho el reemplazo del embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, quien se había convertido en un artífice de la promoción turística del país en las redes sociales. A partir del año entrante, con la finalización del mandato de Donald Trump, se puede anticipar un nuevo embajador, quizá más dedicado a la relación bilateral, antes que a placearse por todo el país.
En la acera priísta, el ascenso de Biden, es la peor noticia que pudo recibir el excanciller mexicano, Luis Videgaray, quien sentía un blindaje a su seguridad personal con la presencia de Trump en la Casa Blanca, esto por su cercanía con el yerno del todavía presidente estadounidense, Jared Kushner. El próximo mes de enero, Kushner perderá ascendencia en la política norteamericana, y Videgaray se volverá un agente vulnerable en la persecución judicial mexicana.
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