Toluca, Edomex; 10 de agosto de 2020.- Tanta es la importancia electoral de Toluca, que el pasado sábado cuatro integrantes de la primera fila del gabinete delmacista estuvieron presentes en la mesa de diálogo del PRI estatal para definir a sus próximos candidatos. Ahí, asistieron Alejandro Ozuna, secretario general de gobierno; Raymundo Martínez, secretario de movilidad (y quien aventaja como posible candidato a alcalde); además de Evelyn Osornio, secretaria de Turismo; y Miguel Ángel Torres, director general del DIF Estado de México. De ahí saldrán varias definiciones electorales para el futuro.
En su calidad de presidente y secretaria general del comité municipal asistieron Omar Velázquez y Paola Jiménez, ambos estarán en las boletas electorales del año entrante. El primero, por su oficio político con Alejandro Moreno -actual dirigente nacional priísta-; la segunda, por ser la única oposición visible con el actual presidente municipal, Juan Rodolfo Sánchez. Allí también se dio cita Raúl Rodríguez, delegado regional del partido.
Otros actores políticos con aspiraciones y posibilidades, que ahí se dieron cita, fueron Carolina Alanís y Omar Olvera, ambos integrantes del gabinete priísta mexiquense; además de Braulio Álvarez, y la exregidora de Toluca, Tania Hurtado Parra. Algunas apuestan a su género, otros más a su juventud.
Las ausencias visibles fueron las exalcaldesas Martha Hilda González y María Elena Barrera y el expresidente municipal, Fernando Zamora. Otro factor de decisión excluido: Ernesto Monroy y Alberto Curi.
Otros aspirantes muy vigentes, pero con falta a la mesa: Guillermo Legorreta y Melissa Vargas, quienes ya han sido parte del ayuntamiento en Toluca.
A pesar de que el priísmo sucumbió hasta el tercer lugar en las elecciones pasadas en Toluca, son muchos los liderazgos políticos que pretenden reivindicar las estructuras del partido: secretarios de gabinete, subsecretarios y directores generales han comenzado la danza de la promoción personalizada y la operación política para ser ungidos candidatos, con todo y que el derrotero electoral es casi garantizado.
El mayor desafío en el corto plazo será encontrar la unidad y conciliar intereses. Son muy pocas candidaturas para tantos tiburones que pretenden conseguir el palomeo del priísmo.
Algo es seguro: quienes son convocados a las mesas de diálogo, tiene dos pasos adelante en sus posibilidades; quienes han sido relegados, no entran en los afectos de la actual dirigencia tricolor.
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