Toluca, Edomex; 27 de marzo de 2020.- La más reciente proyección sobre el coronavirus o COVID-19 apunta que el punto más crítico de contagios en el país se alcanzará hacia el mes de agosto. Las prospectivas sanitarias para los próximos meses generan mucha incertidumbre en las áreas económicas, educativas, políticas y sociales del país. El Estado de México no es la excepción por tratarse de la entidad más poblada, y los escenarios e indicadores resultan poco alentadores hacia la mitad del sexenio delmacista.

La posibilidad de regresar a la normalidad el próximo 20 de abril es tan incierta como la variación de cifras en cuanto al número de contagios en el estado. Y es que a pesar de las medidas drásticas anunciadas por el gobierno, muchos negocios permanecen abiertos. Y miles de personas mantienen sus rutinas cotidianas: salen a la calle, trabajan normalmente, generan concentraciones masivas y el riesgo de contagio se maximiza. El sistema de salud público podría colapsar en los próximos meses, pese a los esfuerzos públicos y privados.

El oportunismo político ha comenzado a brotar en medio de la emergencia sanitaria por el coronavirus. Jair Montalvo, exregidor de Metepec, se lanzó en contra del actual gobierno municipal sin muchos argumentos. Se dice preocupado por las familias metepequenses, pero únicamente salió a repartir culpas y pocas alternativas. Bajo la bandera del Verde Ecologista, quizá lo que realmente ocupa a Jair es regresar al poder público, donde hizo muy buenos negocios personales como promotor de peleas de box y organizador de rodadas ciclistas a costa del erario.

Jair, hermano de Emir Montalvo -mejor conocido como Lord Rolls Royce-, buscará aparecer en la boleta electoral del año próximo. Sin embargo, resulta muy mezquino usar la actual contingencia para hacerse notar. De formas políticas sabe muy poco. En lo personal, Montalvo presume su relación cercana con el exgobernador, César Camacho, con quien suele pasear en bicicleta los fines de semana. Su capital político es muy reducido; y sus posibilidades de éxito electoral son reducidas por no decir que nulas.

Otro más que apareció como perro de rancho fue Juan Pedro García. El priísta se cansó de insultar a Ricardo Salinas Pliego, por negarse a aceptar la cuarentena por la que atraviesa el país. Ahora, Juan Pedro despotricó en contra del dueño de TV Azteca, y en el colmo pidió ya no ver esa televisora. La gran incógnita es saber si la postura de García coincide con el sentir de la dirigencia priísta que encabeza Alejandra del Moral, o con la postura del primer priísta de la entidad. Juan Pedro, como chivo en cristalería, poco abona a su partido.

Y a propósito de priístas con referencias poco favorables, nadie sabe hasta el momento los motivos por los que salió Guillermo Zamacona del PRI estatal, pese a presumir su cercanía con el círculo más cercano al poder público. Aunque muchas voces aseguran que Zamacona ahorró mucho en su paso por la Secretaría de Finanzas del priísmo mexiquense, y podría pasar muchas cuarentenas sin preocupación en su economía personal.

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